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Críticas a Interior por no ayudar en el rescate de 38 inmigrantes ahogados cerca de Melilla

El PSOE, Izquierda Unida, sindicatos y organizaciones no gubernamentales exigen que el Gobierno dé "explicaciones contundentes" sobre el naufragio sufrido por una patera posiblemente a fines del pasado junio en aguas próximas a Melilla, que causó la muerte a 38 marroquíes. Los partidos sospechan que las autoridades españolas pudieran haber incurrido en denegación de auxilio a las víctimas escudándose en que el siniestro se produjo en aguas jurisdiccionales marroquíes. Enrique Beamud, delegado del Gobierno en Melilla, rechaza las acusaciones y asegura que España se limitó a facilitar 30 bolsas-sudarios a Marruecos porque este país rechazó los ofrecimientos de ayuda médica y naval que se le hicieron. La policía de Melilla ha abierto una investigación al sospechar que en esta ciudad se asienta una red relacionada con este incidente.

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El gravísimo accidente sufrido a finales de junio en aguas marroquíes próximas al cabo Tres Forcas provocó ayer una enorme convulsión social y política después de que varios periódicos publicaran que "España se desentendió de la muerte de 38 marroquíes frente a Melilla". Esas mismas informaciones sostenían que la catástrofe fue ocultada por el Ministerio del Interior a la opinión pública.José Ramón Onega, director general de Política Interior, ha negado la existencia de un "pacto de silencio" entre España y Marruecos para ocultar la muerte de 38 marroquíes. Para desmentir este hecho, Onega recordó que algunos diarios y una agencia de noticias ya informaron sobre la catástrofe los pasados días 11 y 12 de julio.

El responsable de Política Interior se mostró "extrañado" por las acusaciones de pasividad lanzadas contra las autoridades españolas desde partidos, sindicatos y organizaciones no gubernamentales. Según Onega, el accidente se produjo en aguas marroquíes, por lo que "no hubo conocimiento de la llegada de cadáveres" a costas españolas.

Solicitud de ayuda

Enrique Beamud, delegado del Gobierno en Melilla, declaró ayer a EL PAÍS que él se enteró el 5 de julio del siniestro, tras recibir una solicitud de ayuda por parte de las autoridades marroquíes. Según Beamud, en esas fechas comenzaron a hallarse cadáveres en las proximidades del cabo Tres Forcas, en aguas marroquíes. Ante esa circunstancia, supone que el accidente debió ocurrir a varias millas de ese punto y posiblemente entre ocho y 10 días antes, tiempo habitual que tarda en salir a flote el cuerpo de un ahogado.El delegado del Gobierno asegura que Marruecos no ha informado sobre las circunstancias del percance, por lo que no puede precisar si éste se produjo al ser embestida la patera ocupada por 43 magrebíes por un barco al que supuestamente iban a subir para ser transportados ilegalmente a las costas de Almería.

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"Las autoridades marroquíes nos pidieron bolsas para meter los cadáveres localizados", recuerda Beamud. "¿Quieren que les enviemos el barco Salvamar de la Cruz Roja para que colabore en las tareas de búsqueda? "No, gracias, sólo las bolsas". Si hay algún superviviente que necesite atención médica, ¿quieren que lo atendamos en el hospital de Melilla? "No, no hace falta", afirma el delegado que fue su conversación con Marruecos.

En la patera viajaban 43 pasajeros, en su mayoría jóvenes con edades inferiores a 26 años, procedentes de Nador, Rachidia y Bami-Mehallarl. Uno de ellos, Hamid Oulí, logró salvar la vida al agarrarse a un bidón, permaneciendo así durante 12 horas hasta llegar a la playa de Beni-Nsar . Desde allí fue trasladado al hospital de Nador. Al parecer, otros cuatro consiguieron ponerse a salvo.

Hamid Oulí declaró que el patrón del barco que debía llevarlos a Almería se negó a recoger a los ocupantes de la patera y embistió a esta frágil embarcación, ante el temor de que saltaran al abordaje. Los pasajeros cayeron al agua a unos 150 kilómetros de las costas andaluzas a las que pretendían llegar de forma clandestina. Cada uno había pagado 1.000 dólares por el pasaje.

Debido al estado de la mar y a que, posiblemente, la mayoría de estos inmigrantes no sabía nadar, casi la totalidad de ellos perdieran la vida.

En los días sucesivos aparecieron cadáveres flotando en aguas próximas al cabo Tres Forcas. El 5 de julio, varias embarcaciones de la Marina marroquí iniciaron el rescate de los cuerpos. Sin embargo, como se encontraban en un lugar de difícil acceso se vieron en la necesidad de pedir ayuda a algunos melillenses que veranean en esta zona y que tienen pequeños barcos de pesca.

Según el delegado del Gobierno en Melilla, "ningún cadáver" llegó a aguas españolas, aunque es cierto que varios melillenses que tienen alquiladas casas de fin de semana en territorio marroquí -en las playas de Tramontana o cala Viña- participaron en estas tareas. Uno de éstos fue un policía que a veces ha actuado como escolta del propio delegado del Gobierno. Otro, el empresario melillense Alberto Weill, que puso su barco a disposición de los equipos de rescate. "Los cadáveres estaban hinchados por llevar tanto tiempo en el mar", recuerda.

Mientras el Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno rechazan tajantemente las acusaciones de haberse desentendido de la tragedia, el PSOE, Izquierda Unida, sindicatos y diversas ONG reclaman una "explicación clara y rotunda".

La secretaria de Movimientos Sociales del PSOE, Carmen Cerdeira, calificó el hecho de "gravísimo" e instó al Gobierno a dar una explicación que "no deje la más mínima duda sobre lo ocurrido". Cerdeira, que fue delegada del Gobierno en Ceuta durante el último mandato del PSOE, añadió que no vale la explicación de que la catástrofe se produjo fuera de las aguas jurisdiccionales españolas. "Sería gravísimo que España hubiera incumplido el deber de auxilio y socorro" a unas personas que están en peligro, dijo, a la vez que criticó que el actual Gabinete carezca de una política migratoria que debe basarse en criterios de "solidaridad".

La responsable de Migraciones de IU, Susana López, cree que hay circunstancias que apuntan "la sospecha de que hubo una negación de auxilio" y se refirió a las mafias que controlan el tráfico de seres humanos a través del Estrecho. En la actividad de estas mafias, según López, "tiene responsabilidad directa el Gobierno español".

Varios diputados de Izquierda Unida, entre ellos Willy Meyer, han anunciado su intención de solicitar la comparecencia del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, en el Congreso.

El secretario confederal de Migraciones de Comisiones Obreras, Fernando Galán Lozoya, no se mostró satisfecho con las explicaciones de los Gobiernos de Madrid y Rabat. Criticó la "inhibición" de las administraciones en la lucha contra "las mafias que se lucran con las desgracias de seres humanos que tienen que abandonar sus países en busca de mejores condiciones de vida".

Abdel Hamid Beyuki, presidente de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIME), declaró: "La responsabilidad del Gobierno marroquí en este asunto es eterna porque siempre esconde las noticias y nunca informa de nada. Pero no entendemos que las autoridades españolas se laven las manos". El dirigente sindical marroquí agregó que "las pateras llegan aquí porque algo pasa allí".

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