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Uno de cada cuatro europeos nace de padres no casados, según datos de la UE

Los españoles tienen una esperanza de vida de 74,4 años y las españolas de 81,6

Una de dos o ambas cosas a la vez: o la fecundidad de las parejas de hecho aumenta, o cada vez hay más que no legalizan su vínculo. Al menos eso se desprende las estadísticas publicadas ayer por la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat, que revelan que uno de cada cuatro europeos nacieron en 1996 de padres no casados. Una proporción claramente en aumento, porque era de sólo el 10% en 1980. El escaso gusto por la vicaría o el juzgado no afecta negativamente a la longevidad de los europeos, cuya esperanza de vida ha crecido considerablemente.

Los tiempos cambian y el matrimonio está a la baja, no sólo en la Unión Europea, sino en el conjunto de Occidente. En 1980 sólo el 9,6% de los nuevos europeos comunitarios nacían sin el cobijo de un vínculo matrimonial. En 1996 ese porcentaje se elevó al 24,3%. En esas mismas fechas las tasas eran del 18,4% y el 32,4% en Estados Unidos.Y en algunos países se han disparado de forma geométrica en los últimos tiempos. Es el caso, por ejemplo, de Islandia, donde en 1980 nacieron fuera de matrimonio un 39,7% de los bebés, en 1996 eran ya un 60,7% y en 1997 llegan al 65,2%. Y no porque la tasa de natalidad de Islandia sea particularmente baja. En 1997 el índice de natalidad en ese país era de 2,07 hijos por mujer, frente al 1,44 correspondiente a la Europa comunitaria de ahora y al 2,06% de Estados Unidos. Tanto la tasa estadounidense como la comunitaria están por debajo de la que asegura el relevo generacional, que es del 2,1. España figura con la tasa más baja de la UE: el 1,15.

Los ritos matrimoniales están en el momento presente más arraigados en Asia. En Japón sólo el 0,8% de los nacimientos se produjeron fuera del matrimonio en 1989.

En España las cifras se sitúan muy por debajo de la media europea, aunque crecen a un ritmo semejante al del resto de los países miembros de la Unión. Sólo un 3,9% de los nacimientos españoles se produjeron fuera del matrimonio en 1980, y un 11,1% en 1996. En la muy católica Irlanda el porcentaje ha pasado del 5% al 24,8%, mientras que en Italia ha evolucionado del 6% al 15%.

Los escandinavos son los reyes de la procreación extramarital, con tasas en 1996 del 53,9% en Suecia, el 46,3% en Dinamarca y el 35,4% en Finlandia.

Los datos de Eurostat ofrecen también tasas de esperanza de vida. El escaso gusto por la vicaría o el juzgado no parece afectar negativamente a la longevidad de los europeos, sino todo lo contrario.

La esperanza de vida ha crecido entre 1980 y 1997 en más de cuatro años para los hombres y cerca de 3,5 entre las mujeres. La de los varones de la UE era de 70,5 años en 1980 y llega hasta los 74,1 en 1997. La esperanza de vida de las mujeres ha pasado en el mismo periodo de 77,1 a 80,5 años.

Los más longevos son los hombres suecos (76,7), los griegos (75,1) y los italianos (74,9). Las más longevas son las francesas (82,1), las suecas (81,8) y las españolas (81,6). Los hombres españoles tienen una esperanza de vida por encima de la media (74,4 años).

Pero las reinas mundiales de la longevidad son las mujeres estadounidenses (83,2), las japonesas (82,3) y las suizas (82,2). Los hombres con mayor esperanza de vida media son los japoneses (76,8), los suecos (76,7) y los islandeses (76,4).

Los chinos, pese a ser famosos por contar con muchos ciudadanos centenarios, se quedan en una media de 68,1 años para los hombres y 63,2 para las mujeres, aunque sus tasas eran sólo de 52,9 y 52,1 respectivamente, en 1980.

La tasa de mortalidad infantil es del 4,1 por 1.000 nacimientos en Japón, el 5,3 en la Unión Europea, el 6,6 en Estados Unidos y el 5,7 en España. La peor tasa europea es la de Grecia (6,3), y la mejor la de Suecia (3,6). En la India mueren 65,5 de cada 1.000 niños al nacer y en China 47,6.

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