Borrell multiplicará su labor como candidato para que no le arrincone el efecto de los GAL
El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, José Borrell, se debate estos días de vacaciones ante un propósito crucial: ni renegar del pasado y del polémico presente judicial de su partido, candente tras la condena de José Barrionuevo y Rafael Vera en el caso Marey, ni eludir la búsqueda de un proyecto renovador de futuro. Borrell pretende multiplicar su actividad como candidato por toda España para no perder "el contacto con la sociedad" y, sobre todo, para no dejarse arrinconar por el efecto de los GAL, en contra de lo que pretenden el Gobierno, el PP y otros partidos. "Asumo la respuesta de mi partido a la sentencia, porque participé de ella, pero no podemos recrearnos mucho más allá", dijo Borrell a este periódico.
José Borrell se ha dado un baño de reuniones internas de partido como nunca había tenido ocasión de hacer. El candidato socialista ha vivido desde que salió la sentencia del juicio por el secuestro de Segundo Marey una vorágine de reuniones de las que salió el comunicado oficial del PSOE, del que se siente "totalmente copartícipe", según personas de su entorno. Quienes asistieron a las reuniones dan fe de ello y citan sus aportaciones e incluso sus discusiones con el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Otra paradoja. Borrell, en este caso, ha discrepado de alguno de sus máximos valedores y ha estado cercano al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia.El candidato no estuvo en ningún momento por la labor de aceptar que "la excarcelación" de José Barrionuevo y Rafael Vera figure en el próximo programa electoral del PSOE, tesis del político extremeño. Rodríguez Ibarra sostiene que el Gobierno del PP "no se debe dar el gustazo" de indultar a Barrionuevo y Vera sino que debe ser un gobierno del PSOE quien conceda esa medida de gracia.
Borrell discrepa. "No podemos hacer recaer en los ciudadanos esa responsabilidad", dijo a sus compañeros. El asunto no se recogió con esa crudeza en el comunicado oficial del PSOE, pero el espíritu de esa propuesta figura en el punto último, que pide a los ciudadanos el voto para ganar las elecciones y, desde el poder, "defender la libertad y la dignidad de las personas inocentes". Apartado apoyado por Borrell y en el que se habla de "mirar al futuro y ofrecer un proyecto de esperanza para garantizar el progreso".
Por mirar ahora hacia el futuro, Borrell se está tropezando con dos lastres, el del PSOE y la estrategia del partido en el Gobierno. El candidato interpreta que el PP quiere arrinconarle a él y a su partido en el pasado aprovechando los avatares por los que pasa el PSOE tras la sentencia del caso Marey y ante el futuro judicial como consecuencia de otras acciones de los GAL.
Borrell declaró a EL PAÍS: "El objetivo de Aznar es colocarnos en el desván de los recuerdos y que de ahí no salgamos, pero no voy a permitir que me quite a mí y a mi partido el futuro".
Borrell se confesó preocupado por que su proyecto quede sepultado por las cuentas pendientes de su partido, por lo que no piensa ceder un ápice en sus planes: "Los militantes me eligieron para ganar las elecciones, para encabezar un proyecto abierto al futuro, y el PP no va a conseguir que mi tarea se reduzca a dar explicaciones sobre los últimos 15 años, aunque el balance de ellos es de una gran brillantez. Ya está; ahora hay que hablar de nuevos proyectos".
Tras conocerse la respuesta oficial del PSOE a la sentencia del caso Marey, Borrell manifestó a este periódico: "Asumo la respuesta de mi partido a la sentencia porque participé de ella, pero no podemos recrearnos mucho más allá".
Borrell añade, sin embargo, a cada declaración de intenciones sobre su trabajo de futuro, palabras de solidaridad con Barrionuevo y Vera y con todo lo que tenga que venir: "Que nadie interprete que es mi intención abandonar a algún compañero o ser poco solidario. No es eso en absoluto, pero sí es cierto que me eligieron para poner en marcha y representar un proyecto de futuro. Voy a trabajar por un proyecto renovado e ilusionanete pero no quiero en absoluto cortar con el pasado, y eso exige buscar un equilibrio entre la defensa de lo que es justo y la mirada y el trabajo puesto en el futuro".
El candidato corona sus reflexiones con esta conclusión: "No quiero ser el último líder socialista del siglo XX sino el primero del siglo XXI".
Y del futuro no va a dejar de hablar Borrell en sus próximas intervenciones, que serán muchas. Empezará este sábado 8 de agosto, en un acto público precisamente en Almería, la tierra de José Barrionuevo, como principio de lo que será el hilo conductor del siguiente trimestre. La conferencia que pronunciará en Almería versará sobre La izquierda del siglo XXI.
Un año para el programa
Pero para llegar a ese momento, Borrell quiere volcarse antes en la preparación del programa electoral del PSOE, que se va a prolongar durante más de un año. A mitad de septiembre este partido celebrará un comité federal extraordinario en el que Borrell, como coordinador del mismo, expondrá sus planes y escuchará las opiniones de sus compañeros.Este asunto puede levantar algún chispazo, porque el candidato quiere tener el mayor peso posible en la elección de la comisión encargada del Programa. En principio hay voluntad de que esta elección no depare enfrentamientos entre Borrrell y Joaquin Almunia, que como presidente de esa comisión también tiene algo que decir en esa selección.
Además de la importancia que va a dar al programa, el candidato considera imprescindible realizar actos públicos y en especial en los lugares donde la preponderancia electoral del PP es muy notable con respecto al PSOE. Madrid será uno de los terrenos a reforzar. Hasta las elecciones autonómicas de junio próximo Borrell celebrará un día a la semana un acto en Madrid, ya sea general o sectorial. Los viernes de cada semana quedan para Cataluña y los fines de semana para visitar una provincia.
Su deseo de desplazarse por toda España coincide con el interés de los candidatos autonómicos y municipales elegidos en las elecciones primarias internas.
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