Denigrante
El otro día tuve la oportunidad de disfrutar con mi marido de un torneo de voley-playa en San Juan, patrocinado por una conocida marca de whisky.Hacía un día espléndido, habían montado un par de gradas, dos balones hinchables, además de banderas, carpas y otro material publicitario. Comenzó la final, y cuál fue mi sorpresa que en el tiempo de descanso apareció una señorita con un biquini de la firma patrocinante y se puso a bailar una rumba-salsa con movimientos bastante sensuales.
Ahora yo me pregunto: ¿había necesidad de tener que contemplar una vez más el trato de objeto sexual que se le da a la mujer en esta sociedad? ¿No podían haber puesto en los tiempos muertos un grupo de gente (varones y mujeres) bailando? Realmente, era denigrante para mí como mujer. Pero, claro, mientras nosotras, las mujeres, sigamos prestándonos al juego, algunas veces por dinero, otras por fama, etcétera, esto continuará, aunque sería bueno que ya tanto mujeres como hombres descartáramos la idea de una vez por todas de que la mujer siga siendo un objeto sexual.-
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