Exhibición de Reyes Estévez en 1.500
En un día en el que se ventilaban cuestiones importantes, Reyes Estévez dio un golpe de autoridad en los 1.500 metros. Venció con tanta facilidad que provocó una cierta sorpresa. Se tienen noticias de su clase, se le considera como el sucesor natural de Fermín Cacho, pero se medía con adversarios considerables: Andrés Díaz, mejor marca de Europa este año, e Isaac Viciosa, que acaba de conquistar la plusmarca continental de 3.000 metros. Cacho participó a título testimonial. Afectado por un resfriado y todavía en fase de recuperación de un esguince de tobillo, se retiró al paso por los 800 metros. "Quería competir, pero no me encontraba bien. Me sentí demasiado débil", declaró. Su abandono se interpretó inmediatamente como una señal: su participación en los próximo Campeonatos de Europa es muy dudosa. "Seré el primero en comunicar mi renuncia si no mejoro". Y añadió: "Prefiero que todas estas cosas me sucedan este año, en lugar del próximo". Se refería, por supuesto, a su deseo de preparar de forma minuciosa los Campeonatos del Mundo, que se celebrarán el año próximo en Sevilla.La carrera servía para establecer el orden natural del 1.500. En juego, el tercer representante español en el Campeonato de Europa. Díaz o Viciosa. Reyes Estévez tiene el puesto asegurado, pero esta temporada ha encontrado una competencia tan fuerte que se dudaba de su plaza en el escalafón. Estévez, que ayer cumplió 22 años, es probablemente el mediofondista con más clase entre los aspirantes al trono de Cacho. Díaz ha saltado desde el 800, y lo ha hecho con resultados espectaculares. En Roma corrió en 3.32.17, una marca espectacular en el panorama europeo. Pero Díaz confiesa su carácter de aprendiz. El 1.500 es una carrera llena de matices, a veces desesperadamente táctica y en otras llena de vigor y velocidad. Adecuarse a todas estas vertientes no es sencillo. Estévez y Viciosa dominan los trucos de la distancia porque son especialistas puros, aunque el futuro de Viciosa pasa por su traslado al 5.000. Por el momento se encuentra en una fase intermedia. Hace escasas semanas batió el récord de Europa de 3.000 y probablemente se convenció de que su futuro está en la distancia superior. Reunidas las incógnitas y las certezas, había material suficiente para una final muy interesante.
Como suele ocurrir en los campeonatos, la carrera no fue ni muy rápida ni muy lenta. Tras el abandono de Cacho, el protagonismo correspondió a Estévez, Díaz y Viciosa, que demoraron cualquier iniciativa hasta los últimos 300 metros. Para Viciosa fue una mala noticia. "En estos momentos no tengo la velocidad de Estévez o Díaz. Yo hubiera preferido algo más de movimiento a falta de 500 metros, pero la carrera se jugó en los últimos 300".
No hubo color
Las condiciones estaban puestas para un duelo entre Andrés Díaz y Reyes Estévez. "El ritmo era bueno para mí", señaló Díaz, que atacó en el paso por los 1.200 metros. Pareció que su ofensiva tendría más consecuencias de las que tuvo. "Después del cambio de ritmo, esperé a la curva para recuperarme y lanzar un segundo ataque". No pudo hacerlo. Desde atrás, Reyes Estévez metió el turbo y se despegó con una facilidad extraordinaria. No hubo color. "Me encontré con muchísima fuerza, más de lo que pensaba porque en las últimas semanas me he visto afectado por una tendinitis en el gemelo", dijo Estévez.Su ataque resultó devastador por su precisión y por los efectos que provocó. Puso dos metros de distancia sobre Díaz, que trató de recuperarse de forma infructuosa.
En la andanada de Reyes Estévez se advirtió su gran clase, su conocimiento de la prueba y la madurez de un atleta muy joven pero con una experiencia amplísima en el mediofondo. Después de su tercer puesto en el pasado Campeonato del Mundo, Estévez demostró que es el sucesor natural de Cacho y que sus posibilidades en el próximo Campeonato de Europa son indiscutibles.
