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TOUR 98

Un doblete simétrico a los de Induráin

Carlos Arribas

Coppi, Anquetil, Merckx, Hinault, Roche, Indur in... y Pantani. El doblete Giro-Tour, una hazaña que ya se creía sólo al alcance de súper hombres en un ciclismo cada vez más de especialistas, de hombres de un mes, ha sido alcanzada en 1998, definitivamente el año de los milagros, por el corredor más inesperado, por un escalador que se pensaba limitado a las gestas sin día siguiente. Coppi (1949 y 1952), Anquetil (1964), Merckx (1970, 72 y 74) e Hinault (1982 y 1985), fueron campeonísimos que marcaron una época. Roche (1987, con el añadido del Mundial) aprovechó un año mágico. Indurá in (1992 y 1993) creó un nuevo estilo, el de la economía, que le permitió con golpes certeros sacar el máximo rendimiento de su maquinaria excepcional. ¿Y Pantani?La prensa italiana, evidentemente, le parangona con Coppi. Es fácil el símil (grandes hazañas montañeras en solitario, un mito social), pero es falso. Coppi fue el campeonísimo de una era en que un ciclista podía permitirse ser el mejor de enero a diciembre, ganar clásicas, grandes vueltas y Mundiales. No, Pantani no es Coppi, no anuncia el advenimiento de un nuevo ciclismo. El doblete de Pantani es un doblete a lo Induráin, un campeón de la era moderna, pero al revés. Es el reflejo simétrico del navarro. La economía es la misma. Uno, Induráin, marcaba las diferencias en la contrarreloj y las aguantaba en la montañaa; Pantani las hace en la montaña, es el único capaz de ello, y resiste, más que ningún otro escalador, en las contrarreloj. Y también hay simetría en la forma de abordar los objetivos. Para Indurá in, el prioritario fue siempre el Tour: ganaba el Giro de camino, mientras se preparaba para el Tour; para Pantani, el Giro: puso todas sus energías en el intento, pero aún le sobraron para hacer un Tour económico, relajado y sin presión: tres golpes escogidos en montaña y ya está. El resto fueron un cúmulo de circunstancias favorables: pudo recuperarse del Giro por el retraso en el inicio del Tour, ausencia de cortes y batalla en los días llanos, fragilidad mental de Ullrich, miedo de todos. El mito moderno de la imposibilidad de dos grandes un mismo año quedó roto.

"Claro que se pueden ganar dos grandes un mismo año", dice Pantani. "Si yo lo he hecho... Tuve la ventaja de ganar el Giro y llegar tranquilo al Tour, sin pensar más que en ganar un par de etapas. No me empeñé en cosechar donde era imposible; simplemente he atacado donde era posible para mis características: tres flechazos y diana. Crisis de Ullrich y unos cuantos minutos".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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