La Generalitat impulsa el desarrollo de los terrenos del entorno de Terra Mítica en Benidorm

La Generalitat expropió en su día cerca de 8.500.000 metros cuadrados en El Moralet, término municipal de Benidorm, para construir un parque de atracciones temático. La Sociedad Parque Temático de Benidorm, de carácter privado, ocupa en torno a un millón de metros de la superficie expropiada y tiene opción preferente sobre una parcela equivalente que podría albergar una futura ampliación del complejo. El resto de la zona, de propiedad pública, será urbanizado por la Consejería de Obras Públicas para instalar un campo de golf, un complejo deportivo de alto rendimiento y una zona hotelera de lujo.

La Generalitat tenía previsto expropiar hasta 10 millones de metros cuadrados comprendidos entre la autopista A-7, la carretera de La Nucia, la carretera de Finestrat y la impresionante pared vertical que constituye Sierra Cortina. El rincón comprendido entre la A-7 y la carretera de Finestrat, con una superficie aproximada de 1.500.000 de metros cuadrados fue finalmente desestimado porque albergaba toda una serie de edificaciones turísticas y rurales cuyo coste de expropiación se habría disparado. La Administración valenciana disfruta de una participación del capital privado de Terra Mítica, que está previsto reducir progresivamente, constituida a partir de la cesión del suelo. Los costes del desarrollo de la La sociedad pública Parque Temático de Alicante (SPTA) se imputaron al capital inicial de Terra Mítica, de modo que los costes del desarrollo de los aledaños del parque temático ascienden en la actualidad a unos 100 millones de pesetas, según fuentes de la Generalitat. Sin embargo, la Consejería de Obras Públicas prevé unas inversiones totales en torno a los 20.000 millones de pesetas que cubrirán la instalación de una depuradora en el extremo norte de los terrenos; el sellado de un vertedero colindante; y, sobre todo, la urbanización de los viales conocidos como El Bulevar que partirán del futuro acceso desde la autopista A-7 -cuyo coste en los terrenos colindantes, estimado en algo más de 1.000 millones de pesetas, asumirá Aumar, la empresa concesionaria de la vía rápida- y deben comunicar las diferentes áreas de explotación previstas sobre el terreno de la SPTA. Los suelos expropiados están sometidos a ciertas limitaciones legales. Los propietarios originales pueden reclamar compensaciones si el destino final de sus terrenos no se ajusta a lo previsto en la enajenación por parte de la Administración. Pero la SPTA ha optado por conservar la propiedad del suelo y recurrir a la figura jurídica del derecho de superficie para agilizar la explotación de los terrenos sin tropezar con problemas administrativos. El derecho de superficie permite conservar la titularidad del suelo, pero ceder a la explotación privada la edificabilidad del mismo durante periodos atractivos para el inversor, fijados en torno a los 75 años. La SPTA tiene prevista la inminente convocatoria de un concurso para adjudicar la explotación de un campo de golf y la construcción de un hotel colindante por un total de 12.000 millones de pesetas. Algún grupo turístico ha trasladado ya a la Generalitat su interés por participar en el concurso, sometido a las exigencias de publicidad, libre concurrencia y transparencia que exige toda oferta pública, pero aliviado de exigencias burocráticas por la condición de empresa pública de la entidad a la que corresponde adjudicar la obra. Si los terrenos fueran formalmente propiedad de la Generalitat y los concursos fueran convocados por consejerías, los plazos y las exigencias técnicas dilatarían un proceso que pretende dar vida, lo antes posible, al proyecto que Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat y ex alcalde de Benidorm, considera buque insignia de su gestión.