_
_
_
_

Dublín excarcela a seis presos del IRA en cumplimiento del acuerdo de paz del Ulster

La sorpresiva excarcelación de seis presos del IRA en Irlanda y el estallido de un coche bomba cerca de Belfast arrojaron ayer más leña sobre la hoguera del conflicto en Irlanda del Norte. Iracundos, los líderes del movimiento protestante que denuncia el plan de paz como "una capitulación ante el terrorismo" describieron la decisión de dejar en libertad a los miembros del IRA como "obscena", y el atentado, como "una prueba de que el terrorismo está ganando". La explosión sólo causó media docena de heridos leves, pero sembró de nuevo el miedo en el Ulster.

Las fuerzas de seguridad de Irlanda del Norte permanecían anoche en estado de alerta ante posibles represalias de los grupos paramilitares protestantes, los más directos mensajeros de la indignación que los líderes radicales unionistas ventilan con vehemencia desde ayer. La última racha de recriminaciones y rencor se produjo minutos después de que el Gobierno de Dublín anunciara la liberación de seis miembros del IRA como parte del plan de paz que pretende poner fin a tres décadas de implacable violencia en el Ulster.La decisión de la República de Irlanda, en consultas directas con Londres, sorprendió a todos los observadores. Seis veteranos miembros del IRA acusados de asesinatos, atentados con bomba y otras acciones violentos empacaron sus pertenencias y salieron de la cárcel de máxima seguridad de Portaloise, al sur de la capital irlandesa. Ganaron la calle la noche del viernes como héroes del movimiento nacionalista y se convirtieron en unos de los primeros presos de Irlanda del Norte en recobrar su libertad como parte del esquema de pacificación que, según los planes, se extenderá a al menos 400 reclusos paramilitares, tanto protestantes como católicos, a lo largo de los próximos dos años.

Esta última excarcelación es parte del plan de paz aprobado este año y conocido como el Acuerdo de Viernes Santo, que sienta las bases para una resolución del conflicto sobre una frágil fórmula concebida por Londres y Dublín y apadrinada por Washington.

El más importante preso liberado es Michael O"Brien, de 38 años, considerado como uno de los jefes del IRA. Fue sentenciado en 1992 a 18 años de cárcel por intento de asesinato y posesión de armas. Pero se acogió a la oferta de flexibilidad del Gobierno irlandés. El pasado mes de mayo se le permitió abandonar su celda para una breve y simbólica aparición durante la conferencia del Sinn Fein, el brazo político del IRA, en Dublín, que iba a decidir la aprobación del acuerdo de paz alcanzado en Stormont.

Cadenas perpetuas

Los otros excarcelados por Irlanda son Adrian Vincent Donnelly, de 58 años, sentenciado a cinco condenas a cadena perpetua a partir de 1977 por su participación en un atentado contra el metro de Londres; Vincent Wood, de 34 años, condenado a 17 años de cárcel en 1993 por posesión de explosivos; Michael Cully, de 47 años, sentenciado a nueve años por colocar una bomba en una fábrica, y Simon Maxwell, de 32 años, apresado en octubre pasado y condenado a seis años de cárcel por posesión de explosivos. Todos ellos habían sido transferidos recientemente de prisiones en el Reino Unido en virtud de un acuerdo de acercamiento de presos a sus familias suscrito por Londres y Dublín.Mientras tanto, Peter Robinson, el número dos del Partido Unionista Democrático del Ulster (DUP) afirmaba que la excarcelación de los seis miembros del IRA era "algo obsceno". El DUP es la formación política liderada por Ian Paisley, el principal rival dentro del campo protestante de David Trimble, el presidente de la nueva Asamblea autonómica de Irlanda del Norte. "Los terroristas se van de la cárcel para entrar en el Gobierno. Todo es parte de una gigantesca capitulación de Londres", agregó Robinson.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La cuestión de la amnistía está intrínsecamente relacionada con avances en el terreno del desarme. Los protestantes se quejan de que los republicanos no han movido un dedo para desmantelar sus arsenales, pero tampoco han mostrado su intención de deshacerse de sus armas.

La relativa calma que ha vivido Irlanda del Norte en las dos últimas semanas se hizo trizas con la explosión de un coche bomba en el pueblo protestante de Banbridge, 30 kilómetros al suroeste de Belfast. Al menos siete personas sufrieron heridas leves y varios edificios resultaron afectados por la lluvia de metralla. Ninguno de los grupos paramilitares republicanos se atribuyó la responsabilidad del atentado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_