Cuerda solicita al Betis aplazar el primer partido de Liga del Alavés por el retraso de la reforma de Mendizorroza

El Alavés y el alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda, aceleran las gestiones ante la posibilidad, cada vez más factible, de que se complique el debut del equipo en la Primera división de fútbol después de 42 años. Ante el retraso en la reforma de Mendizorroza, Cuerda tomó ayer una iniciativa inusual, al solicitar al presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, el aplazamiento de la primera jornada de Liga, cuya celebración está prevista para el 29 ó 30 de agosto en Mendizorroza. "Parece que las obras del campo no estarán a punto", admitió ayer el alcalde. Normalmente este tipo de peticiones se solventan entre los propios clubes, pero Cuerda ha decidido intervenir. El Ayuntamiento, propietario del campo, encargó las obras el pasado 16 de junio y concedió a la empresa adjudicataria, Bikani, un plazo de cien días. Por tanto, la reforma no se terminará hasta finales de septiembre. Hasta ahora, el Alavés y el Ayuntamiento confiaban en hacer un alto en las obras para poder celebrarse el primer partido de Liga. Los plazos, en cambio, se agotan y cada vez existen menos probabilidades de jugar en Mendizorroza el último fin de semana de este mes. El primer remedio que se ha estudiado es el aplazamiento del partido ante el Betis. Así lo acordaron el alcalde y el presidente albiazul, Gonzalo Antón, durante una reunión mantenida el jueves. El Alavés pretende fijar como nueva fecha el fin de semana siguiente. Existe, sin embargo, un problema básico: esos días se suspende la Liga para que se pueda reunir la selección española y precisamente hay jugadores del Betis con categoría internacional (Alfonso). Por tanto, es más que probable una negativa a la propuesta del equipo vitoriano. Como segundas opciones están: jugar en día laborable o esperar hasta octubre para disputar el partido. En caso de que también fallen estas alternativas, el Alavés ya ha tanteado la posibilidad de emigrar a San Mamés (Bilbao) o El Sadar (Pamplona). No es éste el primer problema que ha originado la obra de Mendizorroza. El pasado 26 de junio varios desajustes en el proyecto inicial obligaron a elevar el presupuesto de la reforma en 500 millones, con lo cual los gastos se elevarán a 1.700 millones de pesetas. De estos, el Alavés se ha comprometido a contribuir con 556 -a través de la Liga de Fútbol Profesional-, el Gobierno vasco y la Diputación de Álava aportarán 300 millones cada uno y el Ayuntamiento pagará el resto. Al margen de esta cuestión, ayer se ratificó en el pleno del Ayuntamiento el convenio que regulará la utilización por parte del club de Mendizorroza durante los próximos 25 años. A cambio, el Alavés se compromete a costear el mantenimiento de la instalación y cooperar en otras iniciativas municipales. De forma paralela, la plantilla del Alavés marchó ayer hacia Luchon (Francia) para continuar los entrenamientos de pretemporada. El club cuenta ya con 13.500 abonados, con lo cual tan sólo le faltan 500 más para alcanzar la cifra más optimista que se había fijado.