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Condenado a 16 años de cárcel por corrupción un ex alcalde de Pekín

Chen Xitong, ex alcalde de Pekín y ex jefe del partido comunista en la capital, fue condenado ayer por el Tribunal Supremo Popular de Pekín a 16 años de cárcel como responsable del mayor caso de corrupción en la historia del régimen comunista chino. El juicio de Chen, funcionario, de 68 años, expulsado del partido en 1997, es el más importante desde el de Jiang Qing, la viuda de Mao, y la banda de los cuatro, en 1981, encarcelados por "crímenes políticos".

Como responsable de la administración municipal y persona que tenía la última palabra sobre permisos de construcción durante el boom inmobiliario a principios de los noventa, Chen amasó 24 millones de dólares (3.600 millones de pesetas al cambio actual), además de numerosas casas en las que solía recibir a jóvenes presentadoras de la televisión. Pero su conducta irregular se extendió también a una serie de proyectos financieros de mayor envergadura cifrados en unos 2.000 millones de dólares en los que habrían participado otros funcionarios. Alardeaba de que su poder le había convertido en un personaje intocable y se mostraba generoso con sus amantes. A una de ellas le había regalado nueve pisos en la capital. El imperio de Chen Xitong se resquebrajó en abril de 1995, al salir a la luz un escándalo inmobiliario en el que se vio envuelto uno de sus más estrechos colaboradores, Wang Baosen, vicealcalde de Pekín, y otros 40 funcionarios municipales. Wang fue hallado poco después con una bala en la cabeza en un descampado de los alrededores de la ciudad. Oficialmente se dijo que se había tratado de un suicidio, pero el secretismo sobre las circunstancias exactas de la muerte despertó la sospecha de que hubiera sido otra la causa. Chen fue entonces obligado a dimitir de todos sus cargos y puesto en detención domiciliaria. En el último congreso del partido, en septiembre del año pasado, en plena efervescencia de la campaña contra la corrupción, se acordó su definitiva expulsión. Semanas antes, su principal amante logró escabullirse de la vigilancia policial y huir al extranjero con una maleta repleta de dinero. Chen Xiatong, hijo del ex alcalde y presidente de una compañía hotelera, fue condenado a 12 años de cárcel en 1997 por sobornos y malversación de caudales públicos en el mismo caso inmobiliario en el que se vio implicado su padre. Según la agencia Nueva China, el Tribunal Supremo Popular de Pekín comunicó ayer en audiencia pública la sentencia al acusado, quien dispone de hasta el próximo día 10 para recurrir el fallo. Chen ha sido condenado a 13 años por corrupción y a otros tres por abuso de poder, así como a la confiscación de los sobornos que recibió entre 1982 y 1985, cuando era alcalde y secretario general del partido en Pekín. Chen Xitong "aceptó y desvió grandes cantidades de bienes de valor y despilfarró importantes sumas de dinero público para llevar un tren de vida corrupto y decadente", según el tribunal. La agencia oficial aseguró ayer que el juicio había sido "público", pero nada se sabe sobre el lugar en el que se celebró. Con la condena de Chen, el Gobierno chino pretende demostrar el buen funcionamiento del sistema judicial y su igualdad para toda la población. El propio presidente del Tribunal Supremo del país se había manifestado últimamente a favor de la transparencia de los procesos para fomentar el Estado de derecho y luchar más eficazmente contra la corrupción. La sentencia ha sido recibida con gran irritación en medios disidentes, que consideran que el depurado funcionario debía haber sido condenado a muerte. "Ha sido una farsa y está claro que ha habido un pacto entre Chen y las autoridades. El Gobierno ha renunciado a ejecutarle a cambio de que no revele los delitos cometidos en instancias superiores", comentó Xu Wenli, un veterano del movimiento demócrata.

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