"Han pretendido que la justicia sea un instrumento del poder"
Éste es el texto aprobado ayer por el PSOE en respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo por el caso Marey:"La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, una vez reunido el Consejo Territorial, ha analizado, en el día de hoy, la sentencia dictada por la Sala Segunda del Tribunal Supremo y, sobre ella, manifestamos lo siguiente:
Primero. Acatamos la sentencia. Pero discrepamos radicalmente de ella porque creemos que el juicio no ha aportado prueba alguna para condenar a José Barrionuevo y Rafael Vera y se debía, en consecuencia, haber proclamado su inocencia.
Segundo. Nuestra convicción sobre su inocencia la comparten cuatro miembros del tribunal que entienden que las acciones contra ETA al margen de la ley nunca fueron asumidas por el Gobierno de la nación ni se ha probado la participación de Barrionuevo y Vera en los hechos juzgados.
Tercero. Reiteramos nuestro apoyo a José Barrionuevo y Rafael Vera y nuestra solidaridad con ellos y sus familias. Contarán con nuestra colaboración para proseguir en la defensa de su inocencia y de sus derechos ante los tribunales y para reclamar su buen nombre ante la sociedad española.
Cuarto. La barbarie que ha ocasionado el asesinato por parte de ETA de más de 800 españoles no puede justificar la imitación de sus prácticas ni el abandono de la ley. Queremos, precisamente en el día de hoy, condenar nuevamente cualquier forma de lucha ilegal contra el terrorismo. Lo hicimos en los años setenta. Lo hicimos hasta su desaparición. Y lo seguimos haciendo hoy.
Quinto. Este juicio fue impulsado en el contexto de una operación política para desplazar al PSOE del poder tras las elecciones de 1993. Tuvo una instrucción inicial plagada de irregularidades que privaron de las garantías procesales a los encausados, y acaba como se inició: lo demuestra la declaración de Aznar anunciando que a partir de esta sentencia "la situación política cambiará".
Desde el PP, con el concurso de algunos dirigentes de IU y de otras organizaciones políticas, así como de algún medio de opinión, se ha intentado, durante estos años, instrumentalizar la acción de la justicia. La intolerable presión político-mediática que se ha ejercido sobre el tribunal con el fin de quebrar su independencia y, por tanto, su imparcialidad ha contaminado políticamente el proceso y viciado su desarrollo.
Sexto. Denunciamos la actuación de quienes, antes desde la oposición y ahora desde altas responsabilidades de gobierno, han tratado de condicionar la acción de la justicia dirigiendo estrategias, conformando declaraciones, prometiendo perdones, predeterminando resultados, reclamando una sentencia que se acomodase a sus exigencias y advirtiendo de los riesgos que se producirían si los jueces y tribunales no se ajustasen a sus manifestaciones.
Han pretendido que la justicia, más que un poder del Estado, sea un instrumento del poder. Por primera vez desde el restablecimiento de la democracia, se ha intentado criminalizar a un Gobierno y deslegitimar políticamente al PSOE y a Felipe González, cuya aniquilación política para poner fin a una etapa de progreso ha sido el objetivo de la operación que denunciamos.
Séptimo. En esta actuación del PP está el origen de la profunda fractura que se ha producido en la política y la sociedad española, y que puede marcar y condicionar gravemente nuestro futuro colectivo. Aznar ya ha advertido que proseguirá en ese camino cuando declaró, al inicio de la vista oral, que "esto no ha hecho más que empezar".
Octavo. Muchos ciudadanos están hoy escandalizados por la atribución injusta a los socialistas de hechos que empezaron antes de nuestra llegada al Gobierno y que acabaron durante nuestro primer mandato, hace 12 años. Hemos decidido no vindicar el pasado en aras de la paz, el progreso y el futuro. No queremos poner en cuestión el periodo de la transición a la democracia, negando a los españoles una parte de su historia colectiva de la que se sienten orgullosos.
Noveno. Los 14 años de Gobierno socialista son el periodo más brillante de nuestra historia contemporánea: se consolidó la democracia, se ampliaron derechos y libertades, España progresó, se modernizó y se hizo más justa.
Décimo. Desde esta base, miramos al futuro y ofrecemos a los ciudadanos un proyecto de esperanza para garantizar su progreso. Pedimos su participación y su apoyo para ese proyecto. Queremos que reciba el respaldo mayoritario del electorado. Con él trabajaremos para restablecer las reglas del juego, defender la libertad y dignidad de las personas inocentes, así como la estabilidad y la fortaleza de nuestra democracia. Defendiendo estos objetivos ganaremos política y jurídicamente."
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