Fusión musical

Pasear por el claustro del convento gótico de Sant Francesc de Morella y escuchar música electrónica con sonidos orquestales que, a su vez, se funden con notas de canciones medievales, será posible a partir de hoy con el inicio de las Jornadas NovAntiga. Esta iniciativa, que se prolongará hasta el 2 de agosto, pretende enseñar las posibilidades y los resultados de la unión de la música antigua con la música contemporánea y electrónica. "Todo en Morella agudiza la percepción de algo intemporal, de algo que persiste en una dimensión diferente, un fragmento flotante de la historia, una sensación temporal, y es inevitable que surja un diálogo interior entre el pasado y el presente". Así define Diego Dall"Osto, autor de música electrónica y director de este festival, el efecto de la ciudad sobre su actividad artística. Además de conciertos y audiciones públicas, se desarrollarán seminarios sobre temas como la aplicación informática en la música, impartidos por músicos de Suecia, Holanda, Alemania, Italia y España. Asimismo, durante estos días habrá audiciones de música contemporánea y medieval en el claustro del convento de Sant Francesc, que alberga las pinturas de la Dança de la Mort. Esta danza ha servido, en algunos temas, de inspiración para una composición electroacústica que han realizado músicos de la Universidad de Padua, del Instituto Nacional de Audiovisuales de París y del Instituto Universitario de Audiovisuales de Barcelona. Para el director de NovAntiga, la idea de estas jornadas nació porque "este lugar se asemeja a una notoria representación de la torre de Babel de Pieter Bruegel y, como en esta torre, Morella simboliza esta música porque aquí pueden confluir diferentes medios de producciones y representaciones de lo antiguo y de lo actual". Este diálogo y convivencia entre las notas musicales del medievo, del barroco, y los nuevos sonidos de la música electrónica, la imagen y la informática cobran forma en este festival, una amplia muestra de esta innovadora artesanía musical. Diego Dall"Osto, de 37 años, pertenece a la nueva generación de músicos italianos dedicados a las llamadas confluencias e imparte clases de Armonía y Análisis en el Conservatorio de Bari. Es uno de los fundadores de GRAIM (Grupo Impulsor de las Aplicaciones de Música e Informática). Autor de numerosas composiciones musicales, su último trabajo electroacústico se titula Caosmofonía II, creado con ayuda de una beca del Instituto Universitario de Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. En su opinión, el arte y la tecnología confluyen en estos nuevos códigos de comunicación que, a pesar de su expansión libre y abierta por los caminos informáticos, tienen en la limitada comprensión de estos innovadores lenguajes su principal barrera. "Son nuevas técnicas y sensibilidad, muy libres, con muchas posibilidades y que, además, aportan nuevos sentidos y sonidos a las tradiciones", afirma el director del festival. Esta noche, la banda de música Mestre Candel de Morella participa en el estreno de la pieza Morellandina -para banda y electrónica-, del madrileño Eduardo Polonio, uno de los pioneros de la música electrónica en España. Mañana viernes, en la Iglesia de Sant Francesc, habrá un concierto de la soprano Alexandrina Pelo a partir de música medieval y barroca fusionada con el órgano electrónico de Bernat Baibé. El sábado, también en este escenario histórico, sonarán las flautas de pico, cromorno y percusiones de Íñigo Casalí junto a las violas de gamba de Sergio Bracellona, Laura Álvarez y Elena Martínez de Murgia, así como el laúd y la viola de gamba tenor del músico William Waters. Música italiana de los siglos XIII al XV, confluirá con las notas electroacústicas del genovés Roberto Doatti, autor de una de las piezas. El festival concluye el domingo con la actuación del Trio Sekwenza, y la soprano Carmen Pérez.