Las bolsas caen por la debilidad del yen y la desconfianza hacia el cambio político en Tokio
La sensibilidad está tan a flor de piel que una leve caída en la cotización del yen -se redujo un punto respecto al dólar en el mercado monetario de Tokio- arrastró la Bolsa local, y ésta contagió a las de Asia y el resto del mundo, excepto Nueva York. Para aplacar la marea, el Gobierno cesante japonés, en medio de la desconfianza que parece suscitar el continuismo del casi seguro nuevo primer ministro, Keizo Obuchi, anunció que intervendrá "en el momento adecuado" para defender su moneda de los ataques especulativos.
ENVIADO ESPECIAL
Los nervios afloraron en los mercados tokiotas. La inquietud provino del deterioro, en forma de lento goteo, de la divisa japonesa. Ayer perdió en Tokio un punto frente al dólar, cerrando a 142,33 unidades, frente a 141,33 el viernes. En esa jornada, el mercado dudaba entre resignarse a la elección de Obuchi -al que considera como inexperto en materia económica- y mantenerse a la expectativa de cuál será su equipo económico.Para muchos operadores japoneses, Obuchi representa la continuidad y, para inspirarles confianza, sería necesario que, tal y cómo declaró el domingo, nombrase a un ministro de Finanzas valiente y con determinación para emprender reformas, pero parece tener dificultades para encontrarlo.
En sí mismo considerado, el descenso en un punto del yen no era grave. Pero sí lo fue su consecuencia, al afectar al Nikkei. El índice bursátil descendió por vez primera desde el 30 de junio de la barrera psicológica de los 16.000 puntos y se situó en 15.944,36. Un récord para tan breve plazo, pero es que en Japón cada día ocurren reveses y se registran récords. Negativos.
Salir al paso
El impacto psicológico del nuevo dato fue tan severo que obligó al Gabinete en funciones a salir al paso. "La estabilidad del mercado de cambios exterior es importante para el conjunto de la economía, por lo que adoptaremos las medidas apropiadas en el momento adecuado para estabilizar el tipo de cambio de la moneda", manifestó el viceministro de Finanzas (interiores), Koji Tanami. Traducido, Tanami anunciaba una eventual intervención en el mercado monetario, por la vía de una masiva compra de yenes, a fin de elevar o al menos sostener su cotización.La última gran intervención se produjo el 17 de junio. Fue la respuesta a una de los mayores descensos de Wall Street en los últimos tiempos. Y éste vino arrastrado por la Bolsa de Tokio, a consecuencia del anuncio, el 12 de junio, de que la economía japonesa estaba oficialmente en recesión (técnicamente, dos trimestres seguidos con un crecimiento negativo del producto interior bruto o PIB).
La operación de salvamento fue concertada entonces por teléfono entre el primer ministro, Ryutaro Hashimoto, y el presidente de EEUU, Bill Clinton. Washington cooperó para evitar el hundimiento en cascada de las economías asiáticas y el impacto en la suya propia. La masiva intervención hizo entonces recuperar al yen 5,1 puntos.
Tras ese precedente, no parece imaginable una nueva intervención con el único esfuerzo de Japón. Pero, caso de reproducirse el apoyo de EE UU, lo más probable es que éste exija previamente compromisos políticos más específicos del nuevo Gobierno japonés sobre la reactivación que ha anunciado, pues es su próxima entronización lo que los mercados parecen castigar.
Las bolsas europeas siguieron la pauta de Tokio. La caída por debajo de los 16.000 yenes del índice Nikkei era, a los ojos de los inversores, la vuelta a la incertidumbre previa a la intervención de la Reserva Federal en defensa del yen, informa Rafael Vidal.
La Bolsa de Madrid perdió un 1,70% y se acerca peligrosamente al nivel de los 900 puntos, aunque no fue la que resultó más castigada. Francfort atendió más al resultado de las encuestas sobre la popularidad del canciller Helmut Kohl que a la situación japonesa, lo que le costó una caída del 3,08%. Según una opinión mayoritaria, arrastró más al resto de las bolsas europeas que la renovada crisis de Japón. Londres perdió un 0,95%, y París, el 1,57%.
También Nueva York abrió con pérdidas significativas, aunque luego registro altibajos y terminó ganando. El índice Dow Jones subió 90,88 puntos, un 1,02% y se situó en 9.028 puntos al termino de la sesión.
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