Alperi y Pedreño desbloquean la ampliación del campus alicantino
Lo único que podría impedir la ampliación del campus de la Universidad de Alicante en terrenos anejos de propiedad municipal, sería la existencia de "problemas técnicos" en el cambio de uso de suelo rústico no urbanizable a reserva universitaria de uso libre. Así se lo confirmó ayer el alcalde, Luis Díaz Alperi, al rector, Andrés Pedreño, en el transcurso de una entrevista mantenida en el Ayuntamiento a petición del primer edil. Con ello, se desbloquea la situación.
Una vez que la Junta de Gobierno de la Universidad dé el visto bueno a la ampliación y que el consistorio apruebe la recalificación de terrenos, la institución académica contará con 1,5 millones de metros cuadrados anejos al campus actual para dar salida a las actuaciones previstas en el 2º Plan de Inversiones, a corto plazo, y para la construcción de un parque científico. Una vez que todos los terrenos sean ocupados, la Universidad se extenderá por 2,5 millones de metros cuadrados. El rector, Andrés Pedreño, señaló al término de la entrevista que Alperi se había mostrado "receptivo" a la petición de cambio de uso. "No hay ninguna pega política al proyecto", dijo Pedreño, en alusión a las acusaciones que recibió el alcalde cuando, en el pleno celebrado el 9 de junio, denegó aprobar la recalificación por "falta de la documentación pertinente". La oposición acusó al primer edil de trasladar al Ayuntamiento las tensas relaciones que mantienen el rector y Zaplana, desde que el Consell decretara la segregación del campus de San Juan y su anexión a la Universidad Miguel Hernández de Elche. Salvados los trámites, sólo faltará el cumplimiento del Consell de los compromisos adquiridos en torno al 2º Plan de Inversiones del centro académico. Éste contempla la ampliación del campus para la realización de labores docentes e investigadoras y también la creación de un parque científico para desarrollar actividades complementarias. Según los cálculos del rector, el proyecto no significaría un esfuerzo presupuestario: bastaría con que la Generalitat cubriera el déficit docente igualando la inversión media por alumno, lo que supondría unos ingresos de 20.000 millones de pesetas anuales para la Universidad.
