Un juez investiga la muerte repentina de un ladrón en un coche patrulla de la policía

El juez investiga la muerte repentina de Julián G. R., vecino del barrio de la Ventilla, de 37 años, que falleció cuando era trasladado por la Policía Municipal en un coche patrulla a la comisaría de Fuencarral. El hombre, que supuestamente acababa de cometer un atraco en un cajero automático de la calle de Ginzo de Limia (Fuencarral), fue atrapado y golpeado previamente por varios transeúntes que le retuvieron hasta la llegada de un coche patrulla, según la Policía Municipal.La causa de la muerte de Julián se ignoraba ayer. Según los médicos del 061, antes de morir de forma súbita el hombre vomitó en el interior del coche. A tenor del informe elaborado por la Policía Municipal, Julián recibió dos "manotazos" de los vecinos, que en ningún momento se "ensañaron" con él. Los agentes tampoco descubrieron signos de violencia en el cuerpo de la víctima durante su traslado a las dependencias policiales.

Camino de la comisaría de Fuencarral, el detenido dijo que se sentía mal. A continuación, su cara cambio de color, empezó a tener espasmos y llegó a vomitar algo de sangre. Luego perdió el conocimiento y le sobrevino una "muerte súbita". El hombre no volvió a abrir los ojos aunque fue atendido por una UVI móvil.

El atraco supuestamente cometido por Julián se produjo a las once de la mañana en un cajero de la calle de Melchor Fernández Almagro, en el barrio del Pilar. Dos hombres asaltaron a una mujer de 60 años que sacaba dinero en un cajero del Banco Santander. Varias personas vieron la escena y salieron en defensa de la señora. Uno de los atracadores huyó en su coche y el otro fue atrapado por dos peatones a unos metros del banco. A los dos minutos se presentó en la calle la Policía Municipal, que se encontró en el suelo al supuesto ladrón rodeado de tres personas.

Varios testigos de los hechos relataron a los agentes que el retenido había sido agredido por dos transeúntes. El atracador confirmó que recibió varios golpes. No obstante, señaló que se encontraba bien y subió por su propio pie al coche patrulla.

Otros vecinos que presenciaron la escena, ofrecieron ayer una versión distinta. "El chico fue atropellado por su amigo cuando el otro trataba de huir. En ese momento salieron todos a la calle y no le dejaron marcharse hasta que vino la policía", explicó un vecino. El hombre que acompañaba al fallecido fue detenido, pero se negó a declarar. A Julián, con varios antecedentes por robo, se le descubrió una navaja en un bolsillo.