EL CONTRABANDO DE CARLOS HABSBURGO
De nada le sirvió alegar que solamente se había distraído. Carlos Habsburgo, nieto del último emperador austriaco y eurodiputado, ha sido condenado por contrabando a una multa de más de dos millones de pesetas. La sentencia fue pronunciada por el tribunal de la localidad austriaca de Feldkirch, donde hace dos años ocurrió el delito. Al llegar desde Ginebra al pequeño aeropuerto de la ciudad alpina, Carlos Habsurgo declaró en la aduana únicamente un insignificante cargamento de papillas para bebés, y sólo después de un insistente interrogatorio, indicó que traía también una antigua diadema de oro, brillantes y esmeraldas para su esposa, la baronesa Francesca Thyssen-Bornemisza. "Ésta es una típica forma de contrabando", dijo el agente de aduanas Hans Fleischhacker. El tribunal aceptó su argumento y rechazó la versión del acusado, quien mantiene haberse olvidado inocentemente de anotar la valiosa joya -cotizada en 7,5 millones de pesetas- que la Fragonard Collection de Londres no le vendió, sino sólo le cedió, para que su esposa pudiera lucirla en una recepción oficial.-
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