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Paralizadas 26 de las 29 fábricas de General Motors en Norteamérica

Los trabajadores de la única factoría de General Motors que todavía seguía fabricando turismos, la de Spring Hill (Tennessee), que produce el modelo Saturn, votaron el domingo a favor de sumarse a la huelga que sufre el principal constructor norteamericano de automóviles, que tiene ya paralizadas 26 de sus 29 plantas en dicho área. El mercado de Estados Unidos, con una vigorosa tendencia compradora, reaccionó de inmediato ayer con una subida en los precios de los turismos de segunda mano.

Más de 5.000 de los 6.200 trabajadores de la factoría que fabrica el Saturn, un modelo popular de los más vendidos en el mercado estadounidense, votaron el domingo, y en un 96% decidieron unirse a la huelga que comenzó el pasado 5 de junio en las dos plantas de componentes de General Motors en Flint (Michigan), donde la huelga de 9.500 empleados ha paralizado la práctica totalidad de las plantas de GM. Pero los trabajadores de Spring Hill se dieron de plazo esta semana para hacer efectiva esa medida. Esa misma actitud habían adoptado anteriormente los de las factorías de Dayton (Ohio) e Indianopolis (Indiana).La empresa y los representantes de la central sindical que lidera a los huelguistas, United Auto Workers (UAW), tienen previsto celebrar hoy una nueva reunión negociadora y mañana las dos partes se someterán a un arbitraje gubernamental. Si no hay acuerdos en cualquiera de esas dos reuniones, la mayor parte de las actividades de General Motors en EE UU podrían paralizarse en cuestión de días, provocando una carestía de automóviles en un mercado que sigue con una vigorosa tendencia compradora.

Los trabajadores de la fábrica productora del Saturn están en una situación distinta a las de otras plantas de General Motors. Y no sólo porque ese vehículo fue lanzado como la estrella del renacimiento del gigante norteamericano, sino porque la empresa y los trabajadores pactaron condiciones destinadas a convertir a Spring Hill en una fábrica modelo. En concreto, llegaron a un acuerdo por el que los trabajadores se benefician de inmediato y directamente de las mejoras en la productividad y de los incrementos de beneficios.

Pero ahora los hombres y mujeres que hacen el Saturn están preocupados por posibles reducciones de empleos, disminución en la paga de beneficios -ellos piden una de 1.400 dólares por el segundo trimestre de este año y la empresa ofrece 390 dólares- y la reducción de su participación en las decisiones empresariales.

Pérdidas

General Motors ha perdido unos 1.200 millones de dólares (más de 170.000 millones de pesetas) a causa de las huelgas que están afectando severamente este verano sus actividades en EE UU. En el último mes y medio esos paros ya han dejado paralizados a unos 184.000 trabajadores en 26 de las 29 plantas que General Motors tiene en Estados Unidos, México y Canadá. La protesta lleva casi mes y medio y se convierte en una amenaza al Producto Interior Bruto de Estados Unidos (más del 0,5%, según algunas fuentes). La planta que fabrica el Saturn era, hasta ahora, la única factoría de GM en Estados Unidos que operaba con normalidad.Las causas de la disputa laboral de GM son comunes a Ford y Chrysler, según los dirigentes sindicales, ya que estas dos empresas sufren traslados de empleos a otros países con mano de obra más barata, así como subcontratación de operaciones con empresas que no tienen convenios colectivos.

El presidente de la UAW, Stephen Yokich, indicó que el sindicato vigila la situación de Ford y su unidad Visteon, que fabrica componentes de vehículos. Ford quiere que Visteon sea una compañía independiente.

Los sindicatos han acusado a Ford de estar importando motores de sus plantas de Europa y México en lugar de usar los de su Planta de Morotes número 1, en Cleveland, que puede fabricarlos para los modelos deportivos Mustang, la camioneta F-150 y los modelos de lujo Mercury Grand Marquis.

Chrysrler, por su parte, recibe quejas del sindicato por su uso creciente de subcontratistas para la fabricación del popular Jeep Grand Cherokee en la planta de Jefferson North, en Detroit. "Cada vez que sacan trabajo de la planta es un motivo de preocupación para nosotros", afirmó Joe Walker, vicepresidente de la sección de UAW en la fábrica de jeeps.

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