BERGMAN, REIVINDICADO
Con motivo del 80 aniversario de Ingmar Bergman, la televisión sueca emitió una entrevista de una hora y media de duración en la que el famoso director pasa revista a algunos de los acontecimientos más dramáticos de su vida. Entre ellos, el del día en que fue interrumpido durante el ensayo de una obra en el teatro Dramaten por la policía fiscal, que lo llevó detenido bajo la presunción de defraudación de impuestos. Bergman señala ese episodio, ocurrido en 1976, y el de la muerte de su mujer, Ingrid, en 1995 como de los más dolorosos de su vida. Bergman fue absuelto de las acusaciones que motivaron la intervención policial, pero el hecho le produjo tal conmoción que decidió abandonar Suecia y autoexiliarse en Alemania. El cineasta confiesa que fue uno de los periodos más dolorosos de su vida. En la entrevista mencionada, Bergman recuerda el episodio y dice que su confianza en la socialdemocracia, a la que reconocía el mérito de una capacidad de compromiso que sustentó el llamado modelo sueco, "se desmoronó cuando quisieron quitarme la vida". Estas declaraciones, a dos meses de las elecciones generales de Suecia, han sido ampliamente comentadas por la clase política. Muchos las aprovechan para criticar el sistema impositivo sueco. Otros, como el dirigente socialdemócrata Sten Anderson, ex ministro en varias oportunidades y actualmente retirado de la política activa, confiesa sentir vergüenza cada vez que se acuerda de ese episodio. Otros, aun admitiendo el exceso cometido, encuentran un lado positivo en el hecho de que demostraría que todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Como se ve, todo es según el cristal...-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.