Carros de supermercado
Cualquier turista que haya visitado Copenague en verano ha acabado por alquilar alguna de la llamativas bicicletas que el Ayuntamiento pone a disposición de todos los habitantes de la ciudad danesa. Es igual que alquilar un carrito en un supermercado. El visitante no tiene más que introducir una moneda que le permitirá sentirse como un igual ante una ciudadanía que ve con mejores ojos a una persona que pedalea que a otra que conduce un BMW. El visitante, que tiene el uso ilimitado, puede devolver la bici en cualquiera de las decenas de puntos habilitados por toda la ciudad. Si devuelve la bicicleta, recupera inmediatamente el importe de su día de alquiler. Otras ciudades como Viena, con equipos de gobierno de signo conservador, acaban de darle el visto bueno a proyectos muy similares. En cambio, la política municipal del PP de Valencia se ha olvidado de la protección de la bicicleta pese a que la ciudad reúne condiciones mucho más favorables que ciudades nórdicas para poner un sistema de alquiler en varios puntos de la ciudad, como podría ser el caso del Turia, las playas de La Malva-rosa, el casco antiguo, El Saler o la Lonja.
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