Por la pantalla grande
Mando esta carta para quejarme por la proliferación de multisalas de cine. Leo que el Avenida, un cine mítico de Madrid, se va a transformar en dos salas. Entiendo que las necesidades de los empresarios sean las de dar mayor rentabilidad a sus empresas, pero a cambio de qué, me pregunto: a cambio de perder la característica principal de un cine que es ver la película en pantalla grande, a cambio de perder el espíritu de teatro, de perder su esencia. Siento pena de perder estos dinosaurios de la ilusión, y creo que no soy el único.Tal vez me quede sólo la esperanza de ver que estas salas son mucho más cómodas, pero me da rabia ver que la inversión realizada no sea al revés: acomodar la sala y la pantalla para convertirse en un gran cine, como creo que deberían haber realizado las demás salas vecinas y claudicadoras. En fin, mi grito queda en estas páginas. Creo que tendré que sobrevivir a este meteorito que amenaza mi supervivencia, pero quiero al cine y...-
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