_
_
_
_
_
Entrevista:JOHN KOSKINEN

"Hay poca conciencia sobre el problema del 'efecto 2000"

El pasado mes de febrero, el presidente de EEUU, Bill Clinton, nombró al abogado John Koskinen asesor sobre el virus informático del año 2000 para coordinar las distintas agencias de la Administración federal en esa cuestión.Koskinen, llamado el zar del milenio, mide el tiempo por un reloj de su oficina que cuenta los días que quedan para el 1 de enero del año 2000, cuando ordenadores de todo el mundo que computan la fecha sólo por los dos últimos dígitos creerán que están en el año 1900.

Pregunta. ¿Qué es lo que más le preocupa en este momento sobre el virus del milenio?

Respuesta. Es difícil señalar sólo una cosa, pero diría que es la baja conciencia sobre el problema que existe en la comunidad internacional y en la pequeña y mediana empresa. En un aspecto general, vemos que hasta ahora se ha dedicado mucho tiempo a los programas (software), pero se va a tener que redirigir la atención a los chips integrados (hardware), por ejemplo, en ascensores, fábricas y maquinaria. El virus del milenio es un problema relativamente fácil, porque no admite interpretaciones ni medias tintas, es una cuestión de si funciona o no funciona: ¿van a poder seguir los ciudadanos su vida normal o no? Además es único, porque la toma de decisiones no se puede ir retrasando: hay un plazo improrrogable que es el mismo para todo el mundo.

P. ¿Estados Unidos debe dar consejos a los distintos países sobre este tema?

R. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional tienen un protagonismo esencial. Mi oficina lleva el diálogo internacional a través del comité de Naciones Unidas para temas de informática, que está elaborando un informe que irá a la Asamblea General en otoño. También la secretaria de Estado, Madeleine Albright, va a mandar una carta al cuerpo diplomático internacional en los próximos días. Hay muy pocos países que estén trabajando duramente en este tema: Reino Unido, Canadá y Australia, y ahora también algunos países escandinavos. No hay país en el mundo que no necesite revisar sus sistemas informáticos.

P. ¿Y cómo es la conciencia de Estados Unidos a ese respecto?

R. A mí me gustaría que Estados Unidos pudiera dar mejor ejemplo, porque desde luego aquí el trabajo no está terminado. Las empresas no entienden cómo les afecta, creen que no es problema suyo si no forman parte de una gran estructura financiera. El problema es que nos hemos acostumbrado tanto a la informática que no percibimos lo mucho que dependemos de ella en cuestiones sutiles de alcance vital.

P. ¿Cree que se llegará a una solución a tiempo?

R. Soy un optimista preocupado, aunque estoy menos preocupado ahora que cuando comencé en este cargo hace dos meses, porque las mejoras a corto plazo son palpables. Las agencias del Gobierno de Estados Unidos llevan años tratando el problema, y se puede asegurar que no habrá parón general. La Seguridad Social, por ejemplo, tiene ya solucionado el sistema de asignación de cheques del subsidio social. Creo que, en el peor de los casos, tendremos, por ejemplo, retrasos en algunos vuelos, pero la seguridad aérea no se verá afectada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_