Programa doble

II Festival de Jazz. Diana Krall Trío y Roy Haynes Trío. Palau de la Música. Valencia, 15 de julio.El programa doble con que el festival del Palau encaró su recta final reveló un evidente tirón, casi llenando el patio de butacas y el anfiteatro de la Sala Iturbi. Un record en lo que va de certamen. No resulta difícil encadilarse con Diana Krall. Una voz clara, de la que el piano parece continuación más que acompañante, una vocalización exquisita y un sentido del tempo controlado con delicadeza llegan a un público amplio sin esfuerzo aparente. Por eso, escuchar su único concierto en España fue una experiencia refrescante, a la que contribuyó no poco el entendimiento del trío que forma con el guitarrista Russell Malone, acompañante habitual, y el bajista Ben Wolfe. No resulta exagerado afirmar que ambos, junto a la cantante-pianista, parecían expresarse como una única voz, acercándose al idal que Krall otorga al trío de Nat King Cole. Buena parte de su repertorio en vivio (desde baladas como Boulevard of broken hearts a piezas más enérgicas como Gee Baby"t I Good baby) está vinculado a la primera época del legendario cantante y pianista, a quien la intérprete canadiense ha dedicado el más popular de sus cinco álbumes. El segundo concierto, en cambio, fue más bien la suma de tres voces bien diferenciadas. La del cálido virtuosismo representado por el pianista Danilo Pérez, la de la agilidad encarnada por el bajista John Patitucci y la de la expresividad casi ilimitada del veterano batería que encabezaba este trío un tanto insólito. No en vano, Roy Haynes es capaz de hacer hablar con sentido a cualquier cosa que vibre, algo que quedó en evidencia al enzarzarse con un charles, solitario, en medio del escenario, casi al final del concierto. Probablemente, más allá de las exhibiciones individuales sobre las que se construyó aquél, la música y las ideas de Monk, compañero de fatigas en su momento de Haynes y objeto de homenajes por parte de Pérez, fueron el principal nexo de unión de estas tres personalidades tan dispares.