Socialistas y populares mantienen el pulso por la sustitución del Síndic de Greuges
El pulso sigue y los contendientes no sólo no aflojan, sino que continúan lanzándose descalificaciones. Pero, pese a mantener viva la polémica por la sustitución del Síndic de Greuges, Arturo Lizón, cuyo mandato expira el día 28, los dos partidos mayoritarios negocian. La posibilidad de que Lizón dimita antes de esa fecha, lo que facilitaría su relevo en un pleno que el PSPV ha propuesto celebrar el día 29, no impidió ayer que el PP insistiera en que su candidato es Luis Figueiras. Éste no reúne el perfil adecuado, según los socialistas, que ayer esperaban que se les ofreciera otro nombre.
Socialistas y populares están condenados a entenderse: la renovación del Síndic de Greuges requiere en las Cortes una mayoría cualificada de dos tercios que, con el actual reparto de escaños en la Cámara, sólo se puede conseguir con los votos del PP y del PSPV. De ahí el pulso que mantienen en torno a la cuestión. Y de ahí también que, mientras encima de la mesa los brazos están en alto, por debajo se produzcan movimientos para acercar posturas. Todo ello adobado por una serie de acusaciones y de declaraciones públicas de tonos beligerantes destinadas a la galería. Así, ayer el portavoz del Grupo Popular, Fernando Castelló,acusó al PSPV de "seguir boicoteando la Sindicatura de Greuges, porque no hace nada para facilitar la renovación". Era la respuesta del PP a la acusación formulada el día anterior por el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Moreno, quien recriminó al Consell por "inmiscuirse en una institución que depende de las Cortes y que precisamente es la encargada de controlar al Ejecutivo". El dirigente socialista dijo que el PP desconoce el significado de la división de poderes. El perfil Castelló afirmó ayer que la situación es la misma de la pasada semana ya que el PSPV "no ha dado ninuna explicación sobre su rechazo a Figueiras como candidato" y el PP no puede proponer otro mientras no se le digan "los motivos de ese injustificado rechazo frontal". En opinión del portavoz de los populares, el PSPV "debería reflexionar sobre su postura de intento de boicot" de la Sindicatura de Greuges, "por el bien de la propia institución". Para los populares, el ex presidente de la Audiencia de Alicante es el "candidato idóneo". Pero Antonio Moreno insistió en su mensaje. Por una parte, en lo concerniente a la estabilidad de la institución: "El relevo debe ser normal y sin traumas". Y, por otra, respecto a su rechazo del candidato propuesto por el PP: "Ya hemos dicho por qué no queremos a Figueiras, porque no reúne el perfil adecuado". Por su parte, el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Romero, se limitó a señalar ayer: "Hemos hecho llegar al Gobierno que esperamos una propuesta". Respecto a la posibilidad de que Lizón dimita antes del día 28, lo que allanaría el camino de su relevo, Castelló señaló que es la "prueba evidente de que Lizón ha estado permanentemente a las órdenes de Romero y los socialistas". El dirigente popular relacionaba así la visita que Romero y Moreno giraron el pasado miércoles a la sede de la Sindicatura de Greuges con la posible dimisión de Lizón. Al referirse a la propuesta de los socialistas de celebrar el día 29 el pleno para sutituir al síndico, Castelló dijo que para ello "es necesario que se tenga una mayoría cualificada". El portavoz popular afirmó que "mientras no haya garantía de que se da esa mayoría es absurdo convocar el pleno". Este tira y afloja de acercamientos y descalificaciones entre los dos partidos mayoritarios en torno al relevo en la Sindicatura presidió la jornada de ayer. Al final de la tarde, los socialistas esperaban que el PP les ofreciera un nuevo nombre para sustituir a Arturo Lizón. El PSPV había insinuado a lo largo del día que la dirección del Grupo Popular de las Cortes estaba dispuesta a consensuar un nuevo nombre, pero que esta posibilidad debía contar con el aval del presidente del partido y de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Fuentes oficiales del Consell dijeron ayer que Figueiras sigue siendo el candidato del PP y que "de momento" no se ha barajado ningún otro nombre, aunque auguraron que la próxima semana podría quedar resuelta la cuestión. En la polémica sobre el relevo en la Sindicatura de Greuges no ha pasado desapercibido el hecho de que, según la ley, con el síndico cesan las personas designadas por éste y que no forman parte de la plantilla de la institución. Se trata de al menos 27 puestos de trabajo. De ahí que junto al pulso político entre los dos partidos mayoritarios, algún alto cargo del PP haya maniobrado para controlar el nombramiento del nuevo síndico y, por lo tanto, la contratación de ese personal de libre designación.
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