Cuerda ve un "déficit democrático" en la política social de los poderes públicos

En la Unión Europea existen 57 millones de personas sin tener cubiertas sus necesidades primarias, además de 17 millones de parados. Esta situación, no resuelta por los poderes públicos, implica según el alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda, que "vivimos en una sociedad libre en la que sufrimos un déficit democrático abrumador". Su crítica se enmarcó dentro de un seminario sobre Protección Social y Empleo organizado por el Colegio de Graduados Sociales de Álava, donde intervino el ministro de Trabajo, Javier Arenas.

El ministro de Trabajo, en una línea de discurso muy distinta a la del alcalde de Vitoria, descargó una mayor responsabilidad sobre "el compromiso individual" de cada uno para crear una "sociedad del Bienestar". "Los gobiernos", continuó Arenas, "no crean empleo. Ay de la sociedad que confíe la creación de empleo a los poderes públicos y a los gobiernos. No hay ninguna sociedad competitiva construida sobre la base de la creación de empleo público. Lo que sí hay que demandar a los gobernantes es que acierten en su política para que la economía vaya bien, porque esto redunda en un aumento de los puestos de trabajo". Según el ministro, "la mejor política social es la que conduce a la creación de empleo". En este sentido rindió un homenaje a aquel sector empresarial que cumple una "función solidaria" y, que con su "capacidad de riesgo", decide "no ser un especulador y crea empleo". Durante el seminario, organizado ayer en Vitoria, hubo una amplia representación institucional, aunque también se ejerció la autocrítica. En esa línea se expresó Cuerda, insatisfecho "por no haber sido capaces de llegar a todos los ciudadanos" y deseoso de "alcanzar un mayor grado de libertad". La presidenta del Colegio de Graduados Sociales de Álava, Carmen Villahizán, resumió el espíritu de las ponencias: "La sociedad del Bienestar ha progresado, pero todavía tenemos asignaturas pendientes. Para la inserción en el trabajo, las instituciones públicas deberían aportar más dinero para los planes de Formación Profesional y para la Universidad, que todavía está muy lejos del mundo de la empresa". Villahizán cree primordial luchar por "proteger los derechos de los trabajadores" antes que debatir sobre la jornada laboral de 35 horas. Además, añadió, "hay que replantearse una nueva carta social europea". El colegio alavés, que engloba a 300 personas -en el País Vasco hay 1.200 profesionales sindicados-, organizará en el próximo curso un master en Relaciones Laborales destinado a 40 licenciados. Será el primer curso de postgrado de estas características programado en el País Vasco.