Chacón replica a Aizpuru que Cultura no puede salvar su galería del cierre
El director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), José Antonio Chacón, intentó ayer quitar hierro a la crisis abierta por el cierre en Sevilla de la galería de Juana de Aizpuru. Chacón quitó validez a las razones dadas por Aizpuru, que se queja de la falta de apoyo de la Consejería de Cultura a su galería. Chacón recordó que la galería de Juana de Aizpuru es una empresa privada y que Cultura no puede salvarla del cierre incrementando sus ayudas. Chacón negó que el CAAC hubiera comprado obras de Sean Scally y Chema Cobo.
Chacón tuvo palabras muy duras hacia la actitud de algunos artistas, que reclaman a las administraciones ayudas económicas para llevar adelante su labor. "Ya va siendo hora de acabar con el hecho de que porque alguien elija ser artista los demás debamos estarle agradecidos. Ya está bien de ese concepto de la bohemia artística. Ya está bien de que porque alguien elija ser artista los demás debamos ponernos alrededor con el botafumeiro", manifestó el director del CAAC. Chacón insistió en que el centro ha de mantener una política de ayudas a las galerías en la que no se prime a ninguna sobre las demás. Chacón comparó la profesión de artista con otros colectivos profesionales, como los arquitectos y los periodistas, que deben sortear los escollos del libre mercado sin ninguna protección de las instituciones. Chacón recomendó a los artistas andaluces que "hagan su trabajo, al igual que en otras profesiones". "Pregúntenle qué piensa a un periodista que sale de la facultad tras cinco años de estudiar la carrera y que le pagan 30.000 pesetas por trabajar en prácticas y va como puta por rastrojo", dijo Chacón, que trabajó como periodista en Diario 16. Juana de Aizpuru reclama que la Administración apoye y promocione el arte contemporáneo. Aizpuru reconoce que la sociedad "todavía no puede asimilar este arte" y que, por ello, las instituciones deben paliar el agujero creado entre la indiferencia de los posibles compradores y la necesidad de vender sus obras que tienen los artistas. Aizpuru se considera abanderada del arte contemporáneo, una especie de heraldo que ve en lontananza cuáles son las tendencias artísticas que arraigarán en el próximo milenio. También Van Gogh y otros pintores fueron incomprendidos y despreciados en vida. Luego, al cabo de unas décadas, estos pintores fueron descubiertos como genios y sus obras se vendieron a precios astronómicos. Para Aizpuru, hay una situación semejante a finales del milenio. Las administraciones deben, pues, ayudar a superarla. "Las instituciones tienen que apoyar este arte que la sociedad todavía no puede asimilar", afirmó Aizpuru el pasado viernes. "He cargado sobre mis hombros la responsabilidad de enseñar a los andaluces lo que pasa en el mundo del arte actual y eso debería haberse hecho desde lo público", añadió la galerista. Y Aizpuru rubricó: "Promocionar el arte desde el sector privado es muy difícil. Si la mayoría no lo entiende, menos aún lo van a comprar". Chacón respondió ayer que la administración no puede responsabilizarse de la salud económica de las galerías. "Ojalá fuera factible garantizar desde la administración la vida y vigencia de todas las empresas privadas. El mercado del arte contemporáneo es muy raquítico. No podemos garantizar la supervivencia de estas empresas y lamento mucho lo que ocurre con la galería de Juana de Aizpuru", explicó Chacón, que tuvo palabras de elogio para la labor de la galerista. Con todo, el director del CAAC recordó cómo otras galerías de arte se habían visto obligadas a cerrar en Sevilla. "La galería de Juana es de un nivel excepcional. Juana es una persona con la que tengo una relación excelente", señaló Chacón, que también destacó el papel de buque insignia de Aizpuru en la difusión del arte contemporáneo. Chacón negó que la comisión del CAAC decidiera en la reunión del pasado 24 de junio la compra de obras a Scally, por 23 millones de pesetas, y a Cobo, por 12 millones. Ésta es una imputación lanzada por Aizpuru. Fue lo que le hizo "saltar de ira", reconoce Aizpuru. Sin embargo, Chacón lo negó y dijo que esta compra será estudiada en octubre, en la próxima reunión de la comisión. En esa reunión se analizará la compra de 200 piezas. Una docena de esas obras son de la galería de Aizpuru. El CAAC dispone de 90 millones para elegir las que compre. El director general del Instituto de Patrimonio Histórico, Reynaldo Fernández-Manzano, que acompañó a Chacón en la conferencia de prensa, recordó que Aizpuru ha recibido de Cultura 22 millones de 1993 a 1997 entre compras, ayudas y otros conceptos.Negocios privados
"Las galerías de arte son negocios privados que no pueden estar permanentemente subvencionados. Cuando alguien abre una galería sabe que se somete a la ley del mercado", comentó ayer Magda Bellotti, presidenta de la Asociación de Galerías Andaluzas de Arte Contemporáneo, en relación a la polémica suscitada por el cierre temporal de la galería Juana de Aizpuru. Según Bellotti, la Administración debe tener en cuenta el carácter "dual" de las galerías. "Somos un negocio, pero también hacemos cultura". "La Administración tiene la obligación de apoyar esa faceta cultural de distintas formas. Las becas a los artistas, las subvenciones económicas para participar en ferias nacionales e internacionales y las adquisiciones, deben ser algunas de esas fórmulas", agregó Bellotti, quien preside la asociación desde su creación a finales de 1997. "Para todos ha sido una triste noticia el cierre de la galería Juana de Aizpuru, porque ha constituido un referente indispensable en el arte contemporáneo español", agregó.
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