El calor y el tráfico disparan la alarma por ozono en Córdoba
El calor y el intenso tráfico provocaron que Córdoba sobrepasara el jueves, entre las 14.00 y las 15.00 horas, el límite de concentración por ozono (180 microgramos por metro cúbico). Estos altos índices de ozono detectados en la atmósfera de Córdoba fueron registrados en una de las dos estaciones de medición de contaminación atmosférica que la Consejería de Medio Ambiente tiene en la ciudad. El mencionado centro de control, situado en el barrio de Ciudad Jardín, registró 186 microgramos por metro cúbico, lo que obligó a la Consejería de Medio Ambiente a informar al Ayuntamiento de Córdoba. Los responsables municipales, tras recibir los avisos de los medidores de la Junta de Andalucía, alertaron a la población, cumpliendo así una directiva de la Unión Europea que establece que se debe avisar a los ciudadanos cuando se den niveles superiores de contaminación por ozono a la medida considerada límite por la normativa. La otra estación de control, situada en la Puerta del Colodro, sin embargo, no registró índices de concentración de ozono superiores a los permitidos. Frecuentes Juan Manuel Avanzini, jefe del Departamento de Protección Ambiental, dijo ayer que este tipo de subidas suelen ser frecuentes en zonas mediterráneas donde hace calor y corre poco aire, como ocurre en el área urbana de Córdoba donde se detectó. A todo esto hay que añadir la alta concentración de coches, cuyos gases son la principal fuente de emisión de contaminantes precursores del ozono. Esta situación de alerta se convertiría en alarmante si se alcanzaran los 360 microgramos por metro cúbico, lo que obligaría a suprimir el tráfico en aquellas zonas donde se detectara la subida, entre otras medidas. Para estos incrementos, Medio Ambiente recomienda que las personas sensibles, tales como niños y ancianos, y otras con problemas respiratorios, no realicen esfuerzos corporales desacostumbrados y largos al aire libre. El ozono es un gas que forma parte natural del aire que se respira, aunque se puede convertir en tóxico en concentraciones elevadas. El aparato respiratorio es el principal perjudicado, siendo los primeros síntomas que se detectan, tras una exposición al mismo, tos, náuseas, dolores de cabeza y pectorales al inspirar profundamente y acortamiento de la respiración. Estos síntomas se han observado para concentraciones de ozono alrededor de 240 microgramos. La población más sensible representa un 10% del total. Las horas en que los riesgos son mayores, por realizar alguna actividad al aire libre, son de 14.00 a 20.00 horas en zonas urbanas y de 12.00 a 20.00 horas en zonas rurales.
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