Las obras en la avenida de América reducen a dos carriles el acceso a la N-II

La avenida de América se va a convertir desde el día 15 de julio en el punto negro del tráfico en la capital: las obras de la multiestación prevista junto a la calle de Francisco Silvela reducirán los accesos a la carretera de Barcelona a sólo dos carriles. Quedará cortado también el paso subterráneo de salida hacia esa vía, así como el cruce con la calle de Cartagena. El nuevo intercambiador, que tendrá 40.000 metros cuadrados, no se ajusta al Plan General, según el PSOE.

Los trabajos para la construcción de la multiestación, que recibirá todos los autobuses del corredor del Henares así como las líneas regulares de largo recorrido que proceden de todo el cuadrante nordeste de España, se prolongarán durante 15 meses, pero la afección más dura al tráfico de la zona se producirá desde el 15 de julio hasta el 6 de septiembre. Entre ambas fechas se quiere realizar el túnel de 800 metros de largo que unirá directamente la multiestación con la carretera de Barcelona (N-II) a la altura del edificio Torres Blancas (véase gráfico).Esta parte de las obras es la que afectará más drásticamente al tráfico ya que obligará a cortar la circulación en dos de los cuatro carriles que tiene en cada sentido (tres para los coches particulares y uno para los autobuses) la entrada y la salida de la N-II. Quedará cortado también el paso subterráneo que facilita la salida hacía esta vía y el cruce de las calles de Cartagena y la avenida de América. Además, para aliviar las seguras retenciones que se producirán en la carretera de Barcelona, desde el lunes se suprime también el semáforo que regula el tráfico entre esas dos calles. Así, mientras duren las obras, no será posible acceder desde la calle Cartagena a la avenida de América. Con esa medida se intentan aliviar (al no tener que parar los vehículos en el semáforo) los atascos que habrá en ese punto.

Tráfico señalaba ayer tarde que ya se está notando el impacto de las obras en la circulación de primera hora de la mañana y sumaba la avenida de América a los otros puntos conflictivos por reformas en Madrid: el puente de Ventas (que hasta agosto sufrirá cortes entre las nueve de la noche y las cinco de la madrugada) y el retúnel de O"Donnell. Desde la consejería de Obras Públicas se resaltó, en cambio, que se ha modificado el plan de trabajo previsto en la multiestación para reducir las molestias. "Sigue siendo una afección importante, pero el primer proyecto de la unión temporal de empresas que construirá y gestionará la multiestación dejaba la N-II con un solo carril", señala Luis Eduardo Cortés, consejero de Obras Públicas.

Barajas

Las obras obligarán a trasladar a la calle Padre Xifré las paradas de los autobuses que se encuentran habitualmente en el tramo comprendido entre el edificio de UGT y el cruce con Francisco Silvela. Una medida que afecta cada día a 3.300 autobuses, según José Ignacio Iturbe, presidente del Consorcio Regional de Transportes. En la futura multiestación coincidirán siete líneas interurbanas del corredor del Henares, tres de la EMT (las 114, 115 y 72) y cuatro del metro (4, 6, 7 y 9). Este medio será el menos afectado por las obras, aunque el vestíbulo de entrada situado junto a Francisco Silvela será sustituido por uno provisional.No está previsto que la multiestación, que tendrá cuatro plantas subterráneas y será gestionada durante 25 años por las empresas que integran la unión temporal, acoja los autobuses que enlazan la capital con el aeropuerto de Barajas. Ésa es, según el edil socialista José María de la Riva, la finalidad que el Plan General de Urbanismo le dio al intercambiador. "En vez de hacer eso, la Comunidad da el subsuelo a unos privados para que exploten una multiestación de autobuses", dice De la Riva. Cortés, replica: "Los autobuses de Barajas, "si quieren, pueden ir a la avenida de América".