Londres creará una fuerza militar de reacción rápida con 30.000 soldados

El Reino Unido anunció ayer la mayor reforma de su sistema de Defensa desde el final de la IIGuerra Mundial, mediante la creación de una fuerza de reacción rápida integrada por 30.000 soldados con capacidad para ser desplegada en cualquier punto del mundo a partir del año 2001. La reestructuración impulsada por el Gobierno laborista, que fue filtrada a varios diarios británicos antes de ser confirmada ayer por el ministro de Defensa, George Robertson, pretende adaptarse a las circunstancias de la posguerra fría, así como recortar los gastos militares en un 3,1% , es decir, 700 millones de libras (unos 175.000 millones de pesetas), durante los tres próximo años."Unas Fuerzas Armadas más eficaces y ágiles permitirán al Reino Unido responder con rapidez a las situaciones de crisis que se presenten en todo el mudo y a los desafíos del siglo XXI", precisó Robertson. "Debemos estar preparados para acudir al lugar donde se producen las crisis antes de que éstas lleguen hasta nosotros", añadió el ministro, tras referirse a regiones estratégicas como el golfo Pérsico y el Mediterráneo.

La nueva Fuerza Conjunta 2000, que integrará a todos los sectores de la Defensa, se dotará de dos nuevos portaaviones, 32 fragatas y destructores y una fuerza unificada de 400 helicópteros y de aviones de transporte Boeing C-17. Los Harrier de la Fuerza Aérea y de la Marina también quedarán agrupados bajo el mando de la Fuerza Conjunta 2000, que también dirigirá una nueva unidad de combate nuclear, biológico y químico desde un búnker sitiado en el noroeste de Londres.

Las Fuerzas Armadas británicas -que han podido verificar sus deficiencias durante la guerra de las Malvinas (1982), la del Golfo (1991) y la de Bosnia (1992-1995)- contarán con 3.300 nuevos soldados, pero reducirán su número de carros de combate, de aviones y de buques de guerra. Un tercio de las 300 ojivas nucleares instaladas en los submarinos Trident serán también desactivadas, para alcanzar el "umbral mínimo de disuasión" que persigue la "política ética" del primer ministro Tony Blair.

El Gobierno británico pretende reducir también su presencia militar en Irlanda del Norte (18.000 soldados) y retirar a 2.500 de los 23.000 efectivos que mantiene desplegados en Alemania. Las Fuerzas Territoriales pasarán a contar con 40.000 reservistas (17.000 menos) tras la entrada en vigor de la reforma del sistema de Defensa. Estos planes han desatado una airada protesta de la oposición conservadora, que asegura que el recorte efectivo del presupuesto de Defensa ascenderá a 250.000 millones de pesetas y restará capacidad operativa a las Fuerzas Armadas.

El Gobierno laborista prevé invertir los fondos ahorrados en el departamento de defensa en los ministerios de Educación y Enseñanza.