Pujol denuncia "maniobras" para crear conflictos y dividir Cataluña

Jordi Pujol denunció ayer la existencia de "maniobras" destinadas a "introducir elementos de conflicto social e intelectual" en Cataluña y a crear "dudas internas en cuestiones esenciales" para, eventualmente, debilitar al nacionalismo. El presidente de la Generalitat se refería de forma implícita al Foro Babel, la plataforma de intelectuales que se opone a la política lingüística de la Generalitat. De paso, y en términos que no desentonarían en un acto electoral, cargó contra socialistas y populares.

El presidente de la Generalitat asegura que aún no ha entrado en campaña. Pero nadie lo diría. Ayer, en la clausura de la Escuela de Verano que celebraban en Platja d´Aro (Costa Brava) sus socios democristianos de Unió Democràtica de Catalunya, lució los galones de líder de Convergència y de la coalición CiU y lanzó una arenga estrictamente electoral.Pujol cargó contra todo lo que se movía extramuros de la coalición nacionalista. "Intentarán debilitarnos", anunció, con "maniobras" destinadas a "introducir elementos de conflicto social e intelectual" en Cataluña y "dejarnos sin argumentos". "Quieren crear dudas internas en cuestiones esenciales", agregó. Con eso quedó claro que se refería al Foro Babel, la plataforma de intelectuales que encabeza actualmente la oposición a la política lingüística de la Generalitat. Porque para Pujol, como lo ha sido históricamente para el nacionalismo catalán, la "cuestión esencial" es la lengua catalana.

Pujol insistió ante su auditorio -unos 600 militantes democristianos- en que fuera de CiU no habría más que problemas para Cataluña. Sin CiU, aseguró, Cataluña estaría condenada a "la disolución, la fragmentación interna y la supeditación a Madrid", deseada según él por socialistas y populares.

También criticó el "discurso retórico y posmoderno" de los que quieren "la disolución" de la identidad catalana. Cuando habla de retórica y posmodernidad, Pujol se refiere a Pasqual Maragall, a quien sólo en circunstancias extremas (ayer no era el caso) acepta citar por su nombre. El presidente de la Generalitat ningunea a quien será su rival en las próximas elecciones autonómicas, cuya fecha mantiene en suspenso (¿marzo? ¿noviembre?), y prefiere que sean sus subalternos quienes entren en el debate directo con el ex alcalde de Barcelona. Otra fórmula para ningunear a Maragall consiste en subrayar, como hizo ayer, el protagonismo de José Borrell. De paso, identifica a los socialistas catalanes con el anticatalanismo que, según CiU, encarna el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno. "Borrell, que no deja de ser el líder del PSC, al menos desde el punto de vista de la aceptación de la gente, dice claramente que las elecciones catalanas deben ser unas primarias de las españolas", dijo.

Manipulación

Mientras, en la cercana localidad de Roses, también en la Costa Brava, el Partido Popular celebraba su propia Escuela de Verano. En ella, el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, dijo que el Gobierno de Jordi Pujol había afianzado su poder político en Cataluña gracias a la manipulación de los medios de comunicación públicos, como TV3 y Catalunya Ràdio. Pese a ello, Rodríguez se mostró convencido de que el PP incrementaría sus votos en las próximas elecciones autonómicas "porque peor estábamos en el resto de España antes y ganamos".Rodríguez coincidió con las afirmaciones de un militante popular que se quejó de que en Cataluña se vivía bajo "una auténtica dictadura de la comunicación similar a la impuesta en los Balcanes por Milosevic". El secretario de Estado le contestó que estaba de acuerdo con él pero que no compartía algunas de sus expresiones y aseguró que prefería "ganar con la razón en vez de manipular".