Un portugués será el "número dos" en Madrid y un español lo será en Lisboa

Un general portugués será el deputy (adjunto o número dos) del futuro mando subregional de la OTAN en Retamares (Madrid), dirigido por un teniente general español, mientras que un militar español ocupará dicho cargo en Oeiras (Lisboa), a las órdenes de un almirante luso. El jefe del Estado Mayor de los dos cuarteles generales de la organización aliada en la Península Ibérica será, con toda probabilidad, un general de Estados Unidos.El Comité Militar de la OTAN está en plena negociación del reparto de cargos en la nueva estructura militar, que debería aprobarse a final de año. Es lo que en la jerga aliada se denomina flags and posts: banderas y puestos. En una primera fase, se están discutiendo los cargos correspondientes a oficiales generales, aunque el peso efectivo de cada país en la nueva estructura militar de la Alianza Atlántica sólo se sabrá cuando se adjudiquen las jefaturas de las divisiones de los estados mayores, que corresponden en su mayoría a coroneles.

De las 266 estrellas en juego (tres por cada teniente general, dos por general de división y una por general de brigada), España aspira a 17 ó 18, lo que la convertiría en el quinto país con más estrellas de la Alianza; por detrás de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia (Francia no participa en la nueva estructura militar) y por delante de Turquía.

Reducción de puestos

Aunque esta posición es la que corresponde al peso militar de España en la OTAN, sus aspiraciones tropiezan con el hecho de que, como país nuevo en la estructura militar, sólo puede abrirse paso desplazando a otros. Además, se ha reducido el número de cuarteles generales, por lo que hay menos puestos para repartir, y debe dejarse un hueco a los nuevos socios: Polonia, República Checa y Hungría. La nueva doctrina de la Alianza Atlántica pasa por reducir los puestos de cuota o fijos de un país y aumentar los sometidos a rotación entre militares de dos o tres naciones.En todo caso, debe haber generales españoles en los cuarteles estratégicos de Europa, en Mons (Bélgica), y el Atlántico, en Norfolk (EE.UU), así como en el Mando Regional del Sur, en Nápoles (Italia), y en los mandos componentes aéreo y naval del Mediterráneo, también en Nápoles. En un trueque similar al que se ha hecho con Portugal, el jefe de operaciones del cuartel de Verona (Italia) será un español, mientras que el mismo puesto de Madrid recaerá en un italiano.

España no cuenta, sin embargo, en la disputa por el cargo más relevante de la nueva estructura militar, si se excluyen los reservados a EEUU. Se trata del deputy al Comandante Supremo de la OTAN en Europa, a quien corresponderá mandar las operaciones en las que no participen tropas norteamericanas. Este puesto, que representa el nacimiento de la Identidad Europea de Seguridad y Defensa en la OTAN, lo ostenta ahora un británico, quien deberá turnarse con un alemán. Respecto al mando sur, Grecia y Turquía rotarán probablemente en el adjunto al comandante estadounidense, mientras que el jefe del Estado Mayor será italiano.