El "tres de deu" se resiste

Los Minyons de Terrassa no pudieron levantar ayer el mastodóntico tres de deu amb folre i manilles, una construcción inédita a la que la colla de Terrassa retó y plantó cara, pero a causa de su extraordinaria magnitud, no pudo derrotarla. Aun así, los Minyons realizaron una brillante exhibición. El tres de deu era el gran objetivo de los Minyons para la actuación de la fiesta mayor. La buena línea que la colla sigue esta temporada, unida a los óptimos resultados de los ensayos, hicieron decidir al equipo técnico a intentar este castell. La construcción necesitaba alzarse con rapidez, pero sin perder la medida justa que requiere, a pesar de que por encima de la pinya circulaban unas 125 personas. Los técnicos habían calculado que desde el momento en que se colocaban los segons encima de los baixos hasta que el castell se cargaba no podían transcurrir más de 4 minutos y 15 segundos. La resistencia humana tiene un límite. Tal vez ahí estuvo una de las claves del castell. Bajo un sol de justicia, el folre, las manilles y el tronc subieron con rapidez, lo que suponía dar prioridad al tiempo por encima de la precisión. Subieron quints y sisens, y se oyó por primera vez en una plaza: "Setens amunt!". Con este piso colocado y en el momento de entrar los dosos, el castell no pudo resistir ni un segundo más los constantes y lógicos movimientos que se producían por todas partes, y ante el anhelo de la plaza, la construcción se derrumbó. Faltaban poco más de 10 segundos para la gloria. Los Minyons no se rindieron y cargaron sobradamente la frágil torre de nou amb folre i manilles y descargaron el tres de nou amb folre y el quatre de nou amb folre.