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Tres ministros del PP ensalzan la labor del Gobierno de Aznar "en favor" de Andalucía

Lourdes Lucio

"Tenemos que ir puerta a puerta, andaluz por andaluz si hace falta, a contarles lo que está haciendo el Gobierno de Aznar". Dicho y hecho. La frase del secretario general del PP de Andalucía, Juan Ojeda, precedió ayer la intervención de tres ministros (los de Trabajo, Agricultura y Administraciones Públicas) en una convención de cargos populares de Sevilla celebrada en Alcalá de Guadaira, y en la que los integrantes del Ejecutivo de José María Aznar relataron su gestión en favor de los intereses de Andalucía. La que mayor pasión y vehemencia puso fue la titular de Agricultura y Pesca, Loyola de Palacio, quien llegó asegurar: "He demostrado hasta la saciedad que amo a esta tierra".

Hace ya un año, que el coordinador general del PP, Ángel Acebes, convocó en Córdoba a los alcaldes conservadores y a los altos cargos del Partido Popular para lanzarles el mensaje de que vocearan la gestión desarrollada por el Gobierno central. Entonces, la trifulca política e institucional entre las Administraciones estatal y autonómica estaba en pleno apogeo y los mensajes sobre los logros del Gobierno del PP en materia económica en Andalucía apenas si se dejaban oír frente a los que emitían los socialistas andaluces sobre el desencuentro en materia de financiación autonómica. Las relaciones institucionales no han mejorado en este tiempo (la situación de bloqueo es total) y los dirigentes populares andaluces apenas si han podido contar la gestión de sus ministros, algunos de ellos, muy cuestionados en sectores claves de la economía andaluza como la de Agricultura y Pesca, Loyola de Palacio, por la negociación sobre la reforma del mercado común del aceite de oliva. En este contexto, tres ministros bajaron ayer a dar ánimo a los suyos. De Palacio, Mariano Rajoy y Javier Arenas intentaron vender la gestión del Gobierno central y de resaltar que defienden los intereses de Andalucía "frente a la escandalera" del Gobierno de Manuel Chaves. La responsable de Agricultura fue la más apasionada: "Aquí estamos tres ministros. Estamos todos los días. Siempre hay un ministro en tierras andaluzas, porque este Gobierno tiene un empeño especial en Andalucía". La ministra de Agricultura dijo que durante el tiempo que ha durado la negociación sobre la OCM del olivar su departamento ha hecho "un trabajo brutal" y un "esfuerzo tremendo" en el que han estado comprometidos y formado "una piña" los ministros de Trabajo, Economía, Exteriores y el presidente del Gobierno. "Hemos estado todos, incluido Mariano", dijo De Palacio, quien proclamó: "Andalucía tiene derecho a que por fin un Gobierno de España la defienda de verdad, con ahínco y con tesón y tiene mucho que ganar con el Gobierno de Aznar". El ministro de Trabajo y líder de los populares andaluces, Javier Arenas, estuvo más templado y aseguró que su compañera de gabinete, a la que dirigió un buen puñado de elogios, ha sido "la que mejor ha defendido los intereses de Andalucía", tanto que propuso que se la designara diputada honorífica del PP por la comunidad. Aseguró que el Gobierno central quiere "arreglar los problemas" mientras que "otros quieren crearlos" y reivindicó el buen uso del término Junta de Andalucía, compuesta por el Consejo de Gobierno, el Parlamento y el presidente de la región. "Me niego a que se identifique Andalucía con Chaves". Arenas defendió la política de su departamento en materia de pensiones y del subsidio agrario y afirmó que en ambos casos el PP había terminado "con el clientelismo" político. "Yo nunca voy a pedir un voto" a cambio de una pensión o del subsidio, dijo Arenas, quien instó a Manuel Chaves a saldar la deuda con la Seguridad Social: "Dicen que yo quiero la confrontación y sólo quiero que pague a la Seguridad Social". El titular de Trabajo y Asuntos Sociales dijo que si el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quiere un convenio lo tendrá. Más visitas La visita de ministros a Andalucía continuará en los próximos días. La semana que viene están previstos actos del vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, y de la resposable de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Con estas giras, el PP intenta desmontar "la imagen falsa de que el Gobierno de España da la espalda a Andalucía", según dijo el secretario general popular, Juan Ojeda. El número dos del PP aseguró que los responsables populares encuentran "fuerza y argumentos" con estas visitas, pero sobre todo, Ojeda pidió a su partido que se movilice con vistas a las elecciones municipales de 1999. "No podemos caer en la cultura del lamento, sino en la cultura del trabajo partidista. Tenemos que ir puerta a puerta, andaluz por andaluz si hace falta, a contarles lo que está haciendo el Gobierno de Aznar". La presidenta del PP de Sevilla, Amalia Gómez, en la misma línea, reclamó a los suyos más esfuerzo: "Los partidos son lo más importante. Dediquémosle tiempo, porque las elecciones se ganan a base de talante y credibilidad. Y en Sevilla tenemos a un lujo: a Soledad Becerril".

Institución "versus" oposición

El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, emplazó ayer al Gobierno andaluz a aclarar qué papel quiere adoptar respecto al Ejecutico central: si el institucional o el de la oposición. Rajoy aseguró, en la convención que el PP de Sevilla celebró en Alcalá de Guadaira, que le "gustaría entenderse" con la Junta, porque un gobierno "tiene la obligación de tener relaciones institucionales"; pero dicho esto culpó al gabinete que preside Manuel Chaves de mantener una estrategia de enfrentamiento: "La oposición no se puede hacer desde una institución pública. No se puede mantener relaciones institucionales y ejercer la oposición al Gobierno. Alguien tendrá que analizar qué es lo que sucede aquí, cuando nosotros tenemos relaciones institucionales con 16 comunidades y con todos los ayuntamientos". El ministro, que hace unos meses acusó a la Junta de "practicar el gamberrismo institucional", afirmó que el "primer requisitio" para normalizar las relaciones es que los consejeros "no hagan objeto de crítica la acción" del Gobierno central, al tiempo que pidió un "comportamiento correcto y educado". Rajoy reprochó a los socialistas que hagan valoraciones distintas sobre la financiación autonómica o la reforma de la OCM del aceite dependiendo del territorio en el que se encuentren. Pidió a los conservadores que se "sintieran orgullosos" del Gobierno y destacó como un logro el que "la corrupción ya no está en la lista de las preocupaciones" de los españoles. "Hoy España es un país normal. Ningún ministro ha tenido que comparecer para dar cuenta de un caso de corrupción. Y eso merece la pena destacarse". El discurso de Rajoy en la clausura de la convención distó mucho del amplio resumen que facilitó la oficina de información del PP andaluz de su supuesta intervención. En la nota de prensa se dice que el ministro dedicó el "grueso" de su alocución a repasar "una a una las grandes materias en que se engloban los 70 compromisos adquiridos con Andalucía".

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