MIGUEL ARTOLA CATEDRÁTICO DE HISTORIA "El problema de la historia reside en que es un instrumento político"
El catedrático de Historia Miguel Artola (San Sebastián, 1923), que inauguró los Cursos de Verano de la UPV con una conferencia sobre el centenario del 98, sostiene que la enseñanza de la historia debe afrontarse desde una perspectiva universal y critica la perspectiva reduccionista y "local". El premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales de 1991 explica que, en último término, la historia es un instrumento político que puede ser utilizado tanto para explicar el presente como para recrear un pasado que proporcione legitimidad a la construcción del futuro. Pregunta. La pérdida de las colonias sumió a España en una "peste de acabamiento y desesperanza", en palabras de Azaña, a la vez que impulsaba el regeneracionismo. ¿Cuál es su visión a los cien años de aquellos episodios que pusieron fin a la larga decadencia del imperio? Respuesta. En 1898 se produjeron fenómenos diferentes que con el paso del tiempo se han sintetizado en un sólo hecho. Por un lado están la guerra con los insurrectos cubanos y el conflicto militar con Estados Unidos, y por otro el desarrollo del movimiento regeneracionista, cuyos promotores crean el concepto de "desastre": un discurso lleno de buenas intenciones y desastrosos resultados al describir una presunta incapacidad del pueblo español para incorporarse a la modernidad. P. ¿España como problema? R. Es una cuestión que se suscitará con posterioridad, pero que deriva de los regeneracionistas. Éstos plantearon un debate metafísico sobre las responsabilidades de por qué España no estaba a la cabeza, lo que constituía una falacia. Este planteamiento tenía un riesgo psicológico, porque si uno sólo se compara con el primero, en aquel entonces Inglaterra, tiene grandes probabilidades de no conseguirlo. Hubo quien llegó a sostener que la incapacidad española, la "anormalidad" de España, era consecuencia de un problema genético. P. La emergencia de los movimientos nacionalistas fue contemporánea de aquel "malestar" español. R. El movimiento catalanista es anterior, aunque en un primer momento se presentará como una forma de regionalismo. Por el contrario, el nacionalismo vasco se presenta desde un principio como un movimiento nacionalista. Su surgimiento proyectó una imagen de desintegración que reforzaba el discurso regeneracionista, que era nacionalista español. Es la España invertebrada de Ortega y Gasset. Historia universal P. ¿La historia sirve para entender el presente, o para reinventar el pasado y construir una identidad nacional? R. Para las dos cosas. El problema de la historia es que es un instrumento político de primer orden. La historia tiene la utilidad de explicar cómo hemos llegado a la situación en la que nos encontramos y de llevarnos al sitio donde queremos ir. R. El profesor de historia José Alvarez Junco aboga por "rescatar la Historia de las garras de los nacionalismos". R. Es una frase. Existe una historia nacionalista que arranca del postulado de la existencia de una nación. Sin embargo, yo creo en la historia universal, aunque por limitaciones de los historiadores hagamos historias más pequeñas. ¿Cómo vamos a entender la unidad religiosa sin la Reforma protestante, el liberalismo sin la Revolución Francesa o el nacionalismo sin el pensamiento alemán? P. La historia ha sido uno de los puntos centrales de fricción en el debate suscitado por la reforma de la enseñanza de las llamadas Humanidades. R. El Estado de la las nacionalidades no se puede explicar si omitimos todas las versiones del Estado anterior que han ido configurando la realidad actual. P. El consejero vasco de Educación, Inaxio Oliveri, ha defendido la potestad de las comunidades autónomas para definir los contenidos de la asignatura de historia, señalando, por ejemplo, que la historia de la Edad Media tiene enfoques diferentes en cada pueblo. R. Eso es puro constructivismo de la historia, no para explicar el presente sino para construir el futuro. No comparto el discurso doctrinal de lo inmediato, el planteamiento de que un niño tiene que construir su mundo a partir de lo inmediato. Por el contrario, considero que el hombre tiene que construir su mundo cultural a partir del universo.
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