UV rechaza el dictamen del CVC sobre la lengua porque no define unas normas ortográficas

Los aliados de gobierno que sustentan al Consell encuentran ocasión para establecer diferencias en casi todos los ámbitos, un fenómeno que en el caso de la polémica lingüística parecía amortiguado. Sin embargo, fuentes del PP advierten que UV ha endurecido su postura en la mesa del Consell Valencià de Cultura (CVC) donde se ultima un dictamen que debe votarse el sábado. Los regionalistas sostienen que no han modificado su posición inicial, pero destacan que Eduardo Zaplana no se colgará "una medalla inexistente" presentando un dictamen que no recoja una normativa ortográfica.

Los dirigentes de UV mantienen una prudente distancia formal del debate e insisten en que no quiere interferir en los trabajos que desarrolla el CVC. Los regionalistas mantienen que aceptarán todo acuerdo que asuma la Real Academia de Cultura Valenciana, no entienden las prisas para llegar a un acuerdo en periodo de vacaciones parlamentarias y creen que los populares temen quedarse sólos con los socialistas a la hora de apoyar el dictamen sobre la lengua. La pasada semana el Consell Nacional de UV se opuso por unanimidad a la creación de un nuevo organismo normativo que asuma la definición ortográfica. Los regionalistas consideran que el gran público sólo apreciará el contenido del pacto lingüístico si el dictamen recoje normas ortográficas, como sucedió en 1932. Aunque mantienen que el pacto sólo puede beneficiarles porque renunciar a la polémica lingüística les permitiría ampliar su base social, no está nada claro que la militancia regionalista esté dispuesta a renunciar a una de sus primersa señas de identidad. Así, UV se debate entre la necesidad histórica de cerrar la polémica y la posibilidad de perder apoyo electoral aprobando un dictamen que consideran vacío. Nova Esquerra, que no tiene representación formal en el CVC, fijó posición ayer en sintonía con otras fuerzas de izquierda. Albert Taberner advirtió que el dictamen no puede "dar la espalda a las universidades valencianas" y "debe reconocer la unidad de la lengua, las normas del 32 y el código normativo subsiguiente empleado por la Universidad, la inmensa mayoría de escritores y las propias consejerías". Taberner señala que habría preferido atribuir la capacidad normativa al Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana pero, en favor del consenso, expresa su apoyo a la creación de un nuevo organismo que acoja de forma mayoritaria a universitarios y personas de reconocido prestigio en el ámbito filológico. El secretario general del PSPV, Joan Romero, manifestó ayer que hasta que no haya un dictamen del Consell Valencià de Cultura no habrá ninguna reunión con el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en relación con la creación del nuevo ente normativo. Así está previsto en la agenda de ambos. Romero añadió que en las reuniones también participarán el resto de fuerzas políticas. No en vano si se aprueba definitivamente la ponencia con la que está trabajando el CVC, los futuros componentes del órgano normativo deberán ser respaldados por dos tercios de las Cortes. El líder de los socialistas valencianos también comentó que la primera consulta que realizará será con la comunidad científica con el fin de recabar su opinión y su aval en la composición de los miembros del futuro ente normativo. Romero insistió en que mientras el CVC continúe trabajando -"y lo está haciendo a plena satisfacción", apuntó- no debe haber ninguna interferencia en la mencionada cuestión.