¿Qué culpa tienen los pájaros?

La tensión política que mantienen los diputados provinciales de Alicante del PP y del PSPV convirtió ayer una sesión plenaria, con puntos de puro trámite, en una clase de ornitología donde cada ave representaba un insulto. La disputa más encarnizada la protagonizaron el concejal oriolano del PP Pedro Barrios y el socialista Rafael Martínez. El tema que originó la pelea era la anulación de un proyecto de un colector de pluviales en Gata de Gorgos, porque esta obra se incluía ya en los presupuestos de la Generalitat. Martínez acusó a Barrios de haber proyectado la obra tras la moción de censura que dio el poder al PP en Gata. "Pajarraco, usted es un pajarraco", le dijo Barrios. "El único pajarraco que veo es el del logo de un partido político que gobierna aquí", respondió Martínez. Así, hasta que le tocó intervenir al portavoz de EU, Francisco Poveda, que elegantemente se apartó de la discusión. "Yo, como no sé de ornitología, no intervengo en este punto", comentó. El diputado Barrios cambió entonces el discurso, dejó de marear la perdiz y fue directamente a por Martínez. A partir de ahí se agotó el turno de las aves, e incluso el presidente de la Diputación, Julio de España, exigió a Barrios que retirara el insulto de pajarraco. "Tengo argumentos para desnudarle políticamente", amenazó Barrios a Martínez, "y no acabará esta legislatura sin que yo le desnude a usted, me lo pide el cuerpo y le diré a toda la provincia quién es usted". Barrios llamó a Martínez "acusica" y le dijo que constantemente le buscaba por los pasillos para preguntarle: "¿Cómo va lo mío?". Como respuesta, Martínez le recordó a Barrios "los escándalos políticos" del PP en Orihuela. Ahí Barrios ya no fue a por Martínez, sino que arremetió contra el portavoz socialista y ex presidente de la Diputación, Antonio Mira Perceval. "En Orihuela hemos ganado cuatro legislaturas. (...) usted está más hundido que el Titanic, porque siempre apoya a caballo perdedor, hasta en las primarias", le dijo. El teatro fue tal que, durante algunas de las intervenciones, los diputados se dirigían directamente a las cámaras de televisión.