Una juez investiga si varios agentes locales robaron y pegaron una paliza a un marroquí

Una juez de la plaza de Castilla de Madrid investiga si varios policías municipales robaron 110.000 pesetas a un ciudadano marroquí durante un cacheo y si luego le dieron una paliza. El asunto está sobre la mesa de la juez Mónica Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 2. La víctima, Rakraki A., de 45 años, cuya situación en España es totalmente legal (trabajaba de vendedor) fue atendida en un centro asistencial con fuertes golpes en la cabeza, según el parte médico. El supuesto robo se produjo la noche del pasado 11 de mayo en la Casa de Campo.

Varios agentes, según la denuncia de Rakraki A. que investiga la juez, detuvieron ese día un vehículo que les infundió sospechas y en el que viajaban cuatro personas: la supuesta víctima, dos compatriotas suyos y, al volante, un ciudadano portugués.Según la versión facilitada por Rakraki, esa noche había varios zetas de la policía local -"unos seis agentes, entre ellos una mujer policía"- en un punto de la Casa de Campo. Tras pedir la documentación al conductor, inmovilizaron el coche y llamaron a una grúa para su retirada. Cachearon primero al conductor y a los otros dos marroquíes, y les dejaron ir. Finalmente registraron a Rakraki (vendedor ambulante y sin antecedentes penales). "Saca todo lo que lleves encima", le dijeron. Portaba 110.000 pesetas repartidas en dos bolsillos. Según Rakraki, colocó el dinero sobre el capó del coche, que seguía allí inmovilizado y, en un descuido, miró al capó y ya no estaban los billetes. "¿Dónde está el dinero?", increpó. "¿Qué dinero?", contestó uno. "El que he puesto aquí...". Rakraki, nervioso, pidió a los agentes que se identificasen, pero, según afirma, se negaron. La supuesta víctima no explica en la denuncia cuántos agentes quedaban en el lugar en ese momento.

La tensión creció y, según su versión, varios policías le golpearon con sus defensas en la cabeza cuando hizo ademán de mirar la placa de uno de ellos. Asegura que cayó desmayado y que los agentes se fueron y le dejaron allí tendido. Cuando recuperó la consciencia, un automovilista que pasó por el lugar, y que resultó ser un policía franco de servicio le trasladó hasta Madrid y le instó a denunciar lo sucedido.

En un principio, la víctima no sabía a quién denunciar, pero luego contactó con el dueño del vehículo, que le facilitó el atestado sobre la inmovilización del coche, en el que consta el número de placa de uno de los agentes. Fuentes de la Policía Municipal indicaron ayer que no tienen datos del supuesto incidente ni de que se hubiese retirado ningún vehículo esa noche. No obstante, señalaron que se iba a investigar la verosimilitud de la denuncia. "Sin duda ninguna, somos los principales interesados en aclarar este tipo de asuntos".