Gutiérrez apuesta por el diálogo y Méndez cree necesaria la presión
Los líderes de UGT y CCOO marcaron ayer unas líneas de actuación claramente divergentes y dieron pruebas de que sus problemas se agudizan. Cándido Méndez subrayó la necesidad de fijar movilizaciones para el otoño en defensa de la jornada semanal de 35 horas, y "para romper los márgenes que CEOE y el Gobierno nos quieren imponer". Antonio Gutiérrez, en cambio, mostró su firme voluntad de lograr nuevos acuerdos, y acusó a UGT de moverse en clave política.
Los dos sindicalistas dejaron ayer constancia pública de las discrepancias que les separan en dos ruedas de prensa consecutivas. Primero Méndez expuso las dificultades que tienen en las negociaciones abiertas con el Gobierno y la patronal, y las resistencias de éstos a dialogar sobre la reducción de la jornada laboral hasta las 35 horas semanales, a mejorar la cobertura de desempleo para los parados de larga duración y los que tienen cargas familiares, o para cumplir puntos pendientes de la reforma laboral. Por ello cree necesario "concretar fechas y decidir una gran movilización unitaria por el empleo, en defensa de la jornada de 35 horas y para rechazar la agresión contra el Estado de bienestar que supone la reforma del IRPF".Gutiérrez, en su comparecencia posterior ante la prensa, enumeró las razones por las que su sindicato no quiere hablar ahora de movilizaciones. Su objetivo en estos momentos es "lograr buenos acuerdos" y se niega a "tirar la toalla como punto de partida". CCOO se planteará la presión cuando "esté cargado de razones", porque, según su secretario general, "no hay que dar pretextos para que se dude de nuestra voluntad negociadora" y porque "las posibilidades de diálogo se abren gracias al movimiento sindical y no se puede previamente darlo por perdido".
Todas esas afirmaciones fueron precedidas de una defensa por parte de ambos de la unidad de acción que tiene una trayectoria de diez años. Y de la ratificación de que en los próximos días se van a reunir para resolver las discrepancias. Pero ni en eso se pusieron de acuerdo. Méndez aseguró que el encuentro tendrá lugar este viernes. Gutiérrez puso en duda que se vaya a producir ese día, porque tiene problemas familiares.
En el cruce de ataques, el dirigente de UGT bajó ayer el tono de las críticas respecto al comunicado interno en el que se acusaba a CCOO de realizar "un sindicalismo de acompañamiento del Gobierno y la patronal". Se limitó a decir que no quiere reabrir ninguna polémica.
Gutiérrez sí la reabrió y abandonó la prudencia de que hizo gala cuando conoció el citado comunicado. "En CCOO", dijo, "no nos movilizamos por intereses ajenos al movimiento sindical". De esa forma dejó en el aire la sospecha de que UGT sí se mueve en claves políticas, que sus movilizaciones persiguen desgastar al Gobierno del Partido Popular, y favorecer el triunfo del candidato del PSOE a la presidencia, José Borrell.
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