Un mazazo al turista
En la Maestranza no se encuentra un abonado ni con un candil, claro que ya pasó la Feria. Como a la mayoría no le gustan los toros ni éstos hacen nada por atraer a nadie, los buenos clientes de Diodoro Canorea desertan de la plaza y se van a las playas.Pero el empresario es hombre de suerte, y los sitios vacíos los ocupan turistas. Acuden de todas las razas y continentes, y convierten la plaza en una sorprendente torre de Babel. Acuden atraídos por la novedad y el colorido para presenciar una costumbre "bárbara" y por el recuerdo operístico de Carmen. Pero la realidad los desanima pronto. La novedad consiste en el paseíllo y la salida del primer novillo; el colorido termina donde empieza el calor, y estos españoles no se parecen en nada a los de la ópera y son unos aburridos de tomo y lomo. En conclusión, los turistas abandonan la plaza después de cada toro, según sus países de origen. Mientras se marchan, hablan y no paran, decepcionados quizá por el engaño. En fin, un mazazo al turismo.
La Quinta / Bejarano, Cruz, Corpas
Novillos de La Quinta (el 2º, como segundo sobrero en sustitución de dos inválidos devueltos), mansos, inválidos y muy difícilesManuel Bejarano: ovación; herido menos grave en un muslo al entrar a matar. Marcos Cruz: dos avisos y silencio; silencio; aviso y silencio. Francisco Javier Corpas: silencio y oreja. Plaza de la Maestranza, 28 de junio. Novillada de abono. Menos de media entrada.
De este modo, cuando Corpas toreaba con temple y gusto al sexto de la tarde se había marchado más de la mitad del turismo maestrante. El chaval se enrrabietó en las verónicas de recibo, y aprovechó las largas embestidas del único novillo noble y claro de la tarde. Toreó bien por ambos lados, con mando, ligazón y destellos de toreo artista. Mató de un bajonazo, a pesar de lo cual paseó una oreja. Nada pudo hacer en su primero, que se rajó al comienzo de la faena y se echó varias veces en el albero.
El primer espada, Manuel Bejarano, se llevó una cornada menos grave en el muslo izquierdo, y, por desgracia, su actuación no pasará a la historia. Es un torero con oficio, próximo a tomar la alternativa, pero falto de confianza y personalidad. El novillo embestía con sosería, pero Bejarano perdió el tiempo entre probaturas y desarmes. Lo había recibido con verónicas aceptables, y brindó al público como preludio de un triunfo. Pero su toreo despegado y su escaso sentido de la colocación rompieron todos los augurios. Se volcó valientemente sobre el morrillo y fue volteado espectacularmente y herido de gravedad. Pagó con sangre una oportunidad perdida.
La verdad es que a Marcos Cruz se le presenta un futuro muy complicado, a pesar de ser un torero futurista: acelerado, despegado, sin colocación ni temple y con el ánimo cogido con muy pocos alfileres
Tuvo tres toros y no aprovechó ninguno. Ofreció una pobre imagen en su primero, un manso huidizo; no entendió nada al difícil cuarto, aunque lo toreó esforzadamente por naturales, y se peleó con escasos recursos y fortuna con el soso quinto que no se cansó de embestir para dejar en evidencia al torero.