Beiras busca apoyos para poder pactar con otras fuerzas nacionalistas
El Bloque Nacionalista Galego comenzó ayer en Ourense su VIII Asamblea Nacional en un clima optimista, que la organización atribuye a su consolidación como segunda fuerza de Galicia y a la esperanza de formar Gobierno en el futuro. Su líder, Xosé Manuel Beiras, pretende conseguir el apoyo suficiente para impulsar la presencia e influencia de esta formación en España y en Europa, creando las bases de futuros acuerdos con partidos nacionalistas de otras autonomías. Más tarde podrían ensayarse listas conjuntas, como en las europeas de 1999. El núcleo duro y mayoritario del BNG rechaza esa idea.
Preparando sus responsabilidades ante un hipotético Gobierno nacionalista en Galicia, la asamblea del BNG aprobará, salvo improbables sorpresas de última hora, una ponencia política que trata de abrir líneas prácticas de acercamiento y colaboración con los partidos nacionalistas de otras comunidades. Es una estrategia que apunta a la reformulación del Estado de las autonomías en un Estado plurinacional.Esta estrategia chocaría inicialmente con las reticencias del mayoritario núcleo izquierdista del BNG, poco proclive a pactar con siglas democristianas como PNV o CiU. "El BNG", según Beiras, "puede jugar a que las relaciones con ellos sean un espacio simplemente diplomático o, como yo pienso, a que estas relaciones sirvan por lo menos para establecer las bases que después nos permitan llegar a acciones conjuntas". El BNG, cuya estructura y composición abarca ideológicamente desde la socialdemocracia de derecha al comunismo, no admite homologación con las demás organizaciones nacionalistas de España. Pero también precisa dotarse de la maquinaria para gobernar, cuando le llegue el momento.
Beiras da por hecha la primera fase de esa estrategia de acercamiento a otros nacionalistas. Con dirigentes del PNV y de CiU ya han concertado un calendario de encuentros en los próximos meses de julio, septiembre y octubre, para definir lo que les une y lo que les separa. Al final harán una valoración de la política del Estado y europea, y si entonces estos encuentros no cristalizan en alianzas, "no pasa nada, estamos meramente ante una hipótesis de trabajo".
El BNG trata de extender esa posible causa común a Esquerda Republicana y Eusko Alkartasuna: "Nuestra voluntad política se orienta a encontrar con todos ellos un denominador común, como sucede en la propia composición del BNG y como es válido y posible en todas partes: un fondo de acuerdo para todas las fuerzas nacionalistas. No somos fácilmente homologables, pero sí participamos en la misma dialéctica de las fuerzas nacionalistas en relación con el Estado. Y lo mismo podría pasar en la configuración política de Europa".
En la asamblea, los dirigentes del BNG aprovecharon para constatar el auge que vive esta formación. "Somos la esperanza blanca de Galicia", proclamó ayer Bautista Álvarez, designado por el Consello Nacional del BNG para pronunciar el discurso de apertura. Fueron las suyas palabras de autoexaltación ideológica frente al imperialismo, el neoliberalismo y, particularmente, las políticas del PP, que los nacionalistas gallegos esperan ver caer por su propio peso.
"Todos los indicios apuntan a que seguimos avanzando y ganando la confianza de más gente", señaló Beiras. Y agregó: "Eso es un motivo de optimismo, y también el hecho de que estemos empezando una nueva etapa en la evolución política de este país". Beiras confía en que el BNG gobierne Galicia en la próxima legislatura, "aunque también dependerá de la evolución del PSOE, y desde luego, la herencia será cada vez peor, porque el PP no cesa en la demolición de este país".
A este congreso asisten unos 2.000 militantes y como invitados 14 delegaciones, que incluyen a todos los partidos nacionalistas españoles.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.