Morán derrota a Leguina para la alcaldía tras la deserción traumática de un grupo de renovadores
El sector crítico asestó ayer un duro golpe de consecuencias incalculables a la dirección de la Federación Socialista Madrileña. Fernando Morán, el candidato a la alcaldía de la capital arropado por los guerristas, Izquierda Socialista y los miembros del comité de apoyo a José Borrell, ganó la pugna a Joaquín Leguina, el rival oficialista, por 180 votos (2.451 contra 2.271). Algunos partidarios de Leguina no digirieron bien la sorprendente derrota. Primero acusaron de deserción a uno de los grupos con los que contaban: los Renovadores por la Base. Luego, cuando se iba a producir la intervención del vencedor, profirieron contra el líder de esa corriente insultos y hubo tensiones y forcejeos entre ambos bandos.
Fernando Morán sumó el 51,8% de los votantes afiliados a la Federación Socialista Madrileña, frente al 47,59% que recabó Leguina. Al final votó un 46% de los 10.650 militantes.El último congreso de la FSM, celebrado en octubre, acabó con una fuerte división interna. Hasta ese momento, guerristas y renovadores habían trabajado juntos y en relativa paz. Los renovadores, entonces, no aceptaron mantener ese casi histórico pacto con los guerristas, dirigidos por el diputado nacional José Acosta. Los renovadores, encabezados por el secretario general, Jaime Lissavietzky, impusieron su mayoría (conseguida gracias al acuerdo con Izquierda Socialista y los Renovadores por la Base) para acaparar la ejecutiva. Los guerristas, con el 43% de los apoyos en ese congreso, se quedaron fuera. Las primarias se convirtieron así en su primer objetivo para vengar esa derrota.
El reciente pacto con Nueva Izquierda, que situó a Cristina Almeida como candidata a la presidencia autonómica, impidió que críticos y oficialistas midieran sus fuerzas en ese ámbito.
La victoria ayer de Morán abre un nuevo periodo de incertidumbre. Algunos significados guerristas reivindican ahora mayores cuotas de poder en la organización y mayor presencia en las próximas listas para las municipales y autonómicas. Morán empezó a tomar conciencia anoche de en qué organización aterriza. Promete a sus simpatizantes "un nuevo octubre de 1982" tras las elecciones municipales y reafirma que no es el candidato de un sector, sino el de todo el partido. Allí mismo, en la fiesta preparada por la FSM en el Círculo de Bellas Artes, comprobó que el camino no será fácil. Un grupo de partidarios de Leguina acusó de deserción a los Renovadores por la Base (teóricamente unos 300) y dio gritos contra el líder, allí presente, de esta corriente, José Luis Balbás. Cuando Morán se dirigía a la tribuna, hubo forcejeos e insultos entre ambos bandos, con la intervención de los escoltas del ex presidente regional.
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