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CiU reacciona a la candidatura de Maragall acusando al PSC de "degradación catalanista"

Pese a que desde CiU se esforzaban ayer en decir lo contrario, la precampaña electoral ha comenzado ya en Cataluña. El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, reaccionó a la candidatura de Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat acusando al PSC de degradación catalanista y de querer presentar al ex alcalde de Barcelona como "un salvador que nadie reclama". Mientras el secretario general de Convergència, Pere Esteve, calificaba de "humo" la alternativa que ofrece Maragall, el resto de partidos criticaba la bipolarización de la política catalana entre CiU y el PSC.

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El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en cambio, mantuvo un forzado silencio y sólo se refirió a Maragall con una escueta frase: "Ya veis que Cataluña es de todos". Respondía así a la acusación de tratar de monopolizar la representación de Cataluña, formulada por Maragall el día anterior en un acto con 7.000 militantes y simpatizantes que celebraban el 20º aniversario del actual Partit dels Socialistes (PSC). Pese a la insistencia de los informadores, ésta fue la única referencia sobre su contrincante que hizo ayer Pujol, quien por la mañana visitó Cardona y por la tarde participó en un acto en Perpiñán. Duran Lleida fue, en cambio, mucho más directo y arremetió contra Maragall sin esperar a ser preguntado: "El país no va tan mal como para que tenga que ser salvado por nadie", indicó tras una reunión del consejo nacional de Unió Democràtica, que fue dedicado en su mayor parte a analizar el nuevo escenario político con vistas a las próximas elecciones autonómicas. Duran Lleida acusó a Pasqual Maragall de querer ser "elegido por aclamación, algo que es poco propio de un sistema democrático como el nuestro". Criticó también la voluntad del ex alcalde de Barcelona de querer reunir un espacio electoral amplio, y, en tono irónico, replicó a su propuesta de incluir algunas figuras cristianas destacadas indicando que está a la expectativa "por si Maragall anuncia el fichaje de algún cardenal u obispo". Referencias a Borrell También el secretario general del Convergència Democràtica se refirió a la candidatura de Maragall de forma contundente e incluso algo despectiva. Esteve indicó que la alternativa de Maragall no "incluye ningún proyecto concreto, ni en cuanto a estructura ni en ideología. En realidad, podemos llamarle humo". Éste es el tono con el que ha comenzado la campaña, y la estrategia que Convergència i Unió (CiU) comenzó a perfilar ayer es la de tratar de debilitar al candidato socialista cuestionando a la vez la catalanidad del Partit dels Socialistes (PSC) y la posición de Maragall dentro de este partido. Así, Duran atribuyó la pretensión de Maragall de encabezar una candidatura de amplio consenso a la "dificultad que tiene de levantar adhesiones en su propio partido", y añadió: "Ayer ya se vio quién las tenía". Se refería con este comentario a que José Borrell había sido más aclamado en la fiesta del PSC que Maragall. El dirigente de Unió remachó este clavo cuestionando la catalanidad del PSC. "Con Borrell", dijo, "el PSC acentúa su degradación catalanista", y señaló que, en su discurso en el citado mitin, Maragall había dedicado más tiempo a hablar de España y de Europa que de Cataluña. Duran negó además cualquier paralelismo entre los planteamientos electorales de Toni Blair y de Maragall, "porque Blair ganó las elecciones con el Partido Laborista y no con un conglomerado de izquierdas". CiU ha tratado en los últimos días de contrarrestar la idea de Maragall de encabezar una alternativa que agrupe a un amplio abanico político desde el centro afirmando que ese espacio ya lo ocupa de forma natural la coalición nacionalista. Pero el núcleo central de la estrategia electoral del PSC se basa en hacer comprender al electorado que Cataluña tiene dos líderes políticos, Pujol y Maragall, que Pujol está completamente desgastado y ha dado ya de sí todo lo que podía en los 18 años que lleva de gobierno y que ahora le toca el turno a Maragall, cuya valía política ha sido demostrada en Barcelona. Duran Lleida no quiso analizar ayer la propuesta federalista que planteó Maragall alegando que no la conocía. El ex alcalde de Barcelona había acusado a Pujol de aplicar a los municipios la misma política que CiU critica al Gobierno central, al retener recursos y competencias que corresponden a los ayuntamientos. PASA A LA PÁGINA 3

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