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Maragall defiende el catalanismo al ser proclamado candidato del PSC

"Maragall, president", corearon anoche los 7.000 militantes del PSC que acudieron al primer mitin del exalcalde de Barcelona y candidato por aclamación a disputar a Jordi Pujol la Generalitat catalana. En ese primer mitin, Maragall pidió a los socialistas, y muy especialmente a José Borrell y a Joaquín Almunia, que "inscriban el federalismo en su código de conducta"; afirmó que se presenta para que la Generalitat sea "de todos los catalanes" y dijo que pretende "construir la España plural con el catalanismo por delante".

Pasqual Maragall pasó anoche en Barcelona unas primarias para la candidatura socialista a la presidencia de la Generalitat. No hubo urnas ni votaciones, pero sí 7.000 militantes del PSC que aclamaron al ex alcalde al grito de "Maragall president". Dio su primer mitin como candidato: la fiesta del 20 aniversario de la unificación del socialismo catalán se convirtió así en un acto de bendición laica del candidato que el PSC reclamaba desde que Raimon Obiols anunció en 1992 que no volvería a enfrentarse a Jordi Pujol en las urnas. Maragall apeló al PSOE a asumir plenamente la idea federal de España. Arropado por las planas mayores de su partido y del PSOE, pidió expresamente anoche a Joaquín Almunia y a José Borrell, así como a todos los socialistas españoles, que escriban la palabra federalismo "en su código de conducta política particular". Pasqual Maragall criticó al nacionalismo de centro-derecha que encarna Pujol y abogó por un catalanismo abierto, plural, progresista e implicado en el proyecto colectivo de España. Y de nuevo dirigiéndose a sus correligionarios del PSOE, apostilló: "Cuando el catalanismo gana una batalla, gana España".El candidato socialista a la Generalitat esbozó los ejes de su idea sobre los próximos pasos del Estado de las autonomías. Alcanzar en el año 2005 una distribución del gasto público del orden del 40% para la Administración central, el 30% para las comunidades autónomas y el 30% restante para los Ayuntamientos. Igualar la proporción de gasto público por habitante de las comunidades de régimen común con las de régimen foral. Igualar, también, el gasto del Estado en infraestructuras en Madrid y Barcelona. Y nivelar el esfuerzo fiscal de las distintas comunidades autónomas para combatir la fatiga fiscal que empieza a crecer en las regiones europeas más desarrolladas.

La Europa de las regiones

Acusó Maragall a los nacionalistas de CiU de negarles a los ayuntamientos catalanes el poder que ellos reclaman al Gobierno central para Cataluña, aseguró que muchas regiones europeas se miran en el espejo catalán y están pendientes de su evolución, y pronosticó que las próximas elecciones autonómicas serán el escenario donde se jugará en buena medida el futuro de la Europa de las regiones. Reiteró su vieja idea de que España es una realidad inacabada y defendió que se termine de construir desde la periferia. "Quiero una España plural, federal, como la que vamos a construir con el catalanismo por delante", manifestó.Pasqual Maragall subió al estrado al compás de la canción de Bob Dylan Forever young (Joven para siempre), bajo una estruendosa tormenta de vítores y aplausos con la que le recibieron los 7.000 socialistas que se habían reunido a cenar anoche en el Palau Sant Jordi, el escenario talismán del PSC, a 2.000 pesetas por persona. La elección de la pieza de Dylan, que sonó acompañando a un vídeo con profusión de imágenes de un Maragall treintañaero, apuntó uno de los ejes de la estrategia electoral del PSC: subrayar sutilmente la juventud de Pasqual Maragall frente a la más avanzada edad de Pujol. Los socialistas catalanes basarán la campaña de Maragall en su idea de que éste es "el relevo natural y necesario" de Jordi Pujol.

José Borrell, candidato socialista a la presidencia del Gobierno, afirmó que Pujol es un tapón que oprime Cataluña y definió a Maragall como el "sacacorchos" de esta situación. Borrell advirtió a Pujol que "se ha acabado la historia de los buenos y los malos catalanes" pues "nadie tiene la máquina de hacer carnets de catalán", y pronosticó que, junto al ex alcalde de Barcelona, desmontaran "lo que es viejo para adelantar cosas nuevas".

Cuando Pasqual Maragall, en 1995, abrió a personalidades independientes la lista de su última candidatura a la alcaldía de Barcelona y organizó su campaña al margen del partido, tuvo que enfrentarse al aparato del PSC. Ayer, uno de los más significados miembros de los llamados capitanes del partido, Antoni Santiburcio, primer secretario del PSC en Barcelona, expresó su apoyo al "proyecto amplio" de Maragall.

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El presidente del partido, Raimon Obiols, que propugnaba desde hacía tiempo el "proyecto amplio" que liderará ahora por Maragall, explicó que no se trata de una candidatura conjunta con otros partidos. "La fórmula será la del PSC, pero tenemos la ambición de abrir esta fórmula a un impulso muy rotundamente mayoritario que reúna a todos desde el centro hasta la izquierda". Maragall optó por no hacer comentarios sobre las reacciones a su candidatura en los partidos de izquierda.

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