El PNV se dice dispuesto a perder las elecciones por ayudar a la paz

Desde que el PNV defendiera abiertamente en marzo de 1995 -en el marco de la I Conferencia de Paz, organizada en Bilbao por el movimiento social Elkarri- las bondades del diálogo para acabar con la violencia de ETA, el partido que preside Xabier Arzalluz ha cumplido el guión.Fue Joseba Egibar, portavoz del PNV y uno de los que ha compartido mesa y mantel con HB en las conversaciones de 1992 y de 1998, quien anunció en la clausura de aquella Conferencia de Paz que el PNV "no va a renunciar a ninguna iniciativa o actuación conducente a generar un proceso de Paz" (con mayúsculas). Y dijo más. Que esta decisión era estratégica y que no entraban a hacer ni "calculos partidistas ni la previsión electoral". Arzalluz reiteró ayer que su partido está dispuesto incluso a "perder las elecciones" por ayudar a alumbrar la Paz (con mayúsculas) en Euskadi.

El PNV ya afirmó en esa conferencia que "el contencioso vasco es un conflicto histórico de naturaleza política" y que su solución sólo era posible desde el "diálogo civil y la negociación política". Egibar remachó que el PNV "no va a parar hasta conseguirlo" y añadió que las críticas a esa decisión -que califican de carácter estratégico- sólo supondrían "finos dardos que se deslizan al vacío después de acariciar la piel de un paquidermo".

Desde entonces, el elefante no se ha detenido. Unas veces, más arremansado. Otras, con su particular Aníbal a la cabeza, dispuesto a abandonar los establos tras el largo y crudo invierno.

Documento de Paz

La dirección del PNV aprobó en febrero de 1997 un documento de pacificación en el que apoyaba abiertamente la negociación con ETA con la máxima de que "el riesgo de fracaso no tiene parangón con cualquier beneficio para la paz, por mínimo que sea". El documento, convertido en doctrina sobre la pacificación dentro del partido, no ponía condición previa alguna a los contactos. ETA quedaba caracterizada como la "expresión violenta, no democrática" del "contencioso vasco". El PNV quería entonces incorporar a HB a la Mesa de Ajuria Enea. La realidad es que, en privado, los líderes vascos han firmado un inexistente documento en el que se certifica la muerte de este foro como instrumento para acabar con ETA."No podremos actuar conjuntamente en la defensa de ninguna causa, por legítima que en sí sea, con quienes, con su palabra de apoyo o su silencio cobarde, se han hecho cómplices de tan abominable asesinato". La Mesa hablaba de Miguel Ángel Blanco. Un año después, cuando decenas de miles de personas tomaban la calle, el paquidermo redoblaba su apuesta por el diálogo con HB.