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Miedo al yen

La evolución de los mercados de divisas y, sobre todo, del yen, mantiene preocupados a los inversores. El dinero llega con dificultad a la Bolsa y ayer, a pesar de algunas aplicaciones, se negociaron solamente 111 .852 millones de pesetas efectivas. Los protagonistas fueron los mismos de a lo largo de las jornadas anteriores y con resultados parecidos, lo que mantenía a Endesa estancada bajo la presión del papel, mostraba una prudente salida de Telefónica y convertía a los bancos Santander y Bilbao Vizcaya en las locomotoras del mercado.

Los accionistas de estas entidades van a recibir en breve más acciones a través del desdoblamiento de los actuales títulos, les devolverán aportaciones y cobrarán algún dividendo, actuaciones todas que explican el interés que han despertado entre los inversores particulares y algunos institucionales.

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El Ibex financiero fue el que permitió que la sesión se cerrara con un recorte discreto gracias a esos avances de los valores bancarios. El mercado de deuda mantuvo posiciones, no sin algunos altibajos repartidos a lo largo de la jornada. La rentabilidad de la emisión a 10 años terminaba en el 4,99% y el diferencial con Alemania tampoco varió de nivel.

En el mercado de divisas destaca la recuperación del dólar contra el resto de las monedas, aunque fue el yen el que se llevó la peor parte. La divisa japonesa cayó hasta 142,90 en el momento del cierre de los mercados europeos y en medio de algunos rumores sobre advertencias de intervención que, al parecer, no se cumplieron. La peseta alcanzaba las 153,79 unidades por dólar y el marco alemán caía por debajo de 1,81.

Con este ambiente, los inversores deshicieron sus posiciones a corto plazo dándole a la sesión un tono confuso en el que se sucedían los recortes propios de la retirada de beneficios con la entrada en los valores que tienen anunciada para los próximos días alguna operación que, con seguridad, va a aportar liquidez a sus carteras. Wall Street cerró con un avance de 8,96 puntos, en 8.944,54.

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