Condenado un suizo por abusar de menores en Sri Lanka
Un empresario de Zúrich, Viktor Baumann, de 55 años, ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel y a una multa de 40.000 dólares (unos 6 millones de pesetas) para indemnizar a sus víctimas. El Tribunal de Distrito de Zúrich le declaró culpable del delito de abuso de numerosos menores en Sri Lanka, entre 1984 y 1996. Como parte de un intento de rehabilitarlo, la sentencia le obliga también a seguir un tratamiento médico.En Suiza este proceso se ha considerado ejemplar dado que se trata del primer pederastas juzgado en este país por actos cometidos en el extranjero, aunque ya hubo un precedente con menos publicidad en diciembre de 1996.
De acuerdo al acta de la instrucción, Viktor Baumann realizó varios viajes a Sri Lanka, donde tenía una casa. Allí, tuvo "unos 250 contactos sexuales" con niños menores de 16 años. Con ellos tuvo relaciones orales y anales, a quienes el suizo retribuía con dinero.
A pesar de ese elevado número de víctimas, los investigadores policiales sólo pudieron identificar a unas 15, es decir, un 6%. El hombre de negocios sostuvo relaciones de larga duración con algunos de los menores y, con otros, solamente tenía encuentros ocasionales. Según él, "eso era completamente normal en Sri Lanka" y hasta se defendió diciendo que, en el pueblo donde vivía, había entre 200 y 300 casas de turistas "donde no había más que relaciones pedófilas".
"Malos pensamientos"
A Viktor Baumann le fue bien en Sri Lanka. Fundó una firma de aparatos electrónicos que emplea a unas 1.300 personas. Como la pedofilia no era castigada en ese país hasta el año 1995, el acusado sostiene que no tenía "malos pensamientos al respecto". Durante el juicio, también reveló que las autoridades locales estaban al corriente de sus actividades.En su veredicto, el Tribunal de Distrito de Zúrich consideró que sus relaciones con los niños eran "actos de orden sexual de acuerdo al derecho suizo y atentados al pudor según el derecho srilankés". Tomó en cuenta la petición del procurador y accedió a castigar a Baumann con cuatro años y medio de cárcel. También dijo que, aunque los casos ocurridos antes de 1991 ya han prescrito, y que hasta algunos de ellos nunca pudieron ser probados, "el número de niños con los que el acusado sostuvo relaciones sexuales fue muy elevado". Consideró que Baumann "abusó sin escrúpulos" de la situación económica de las familias locales.
Según la legislación suiza, la pedofilia puede acarrear hasta siete años y medio de cárcel. Pero su testimonio y las informaciones que proporcionó a las autoridades judiciales le permitieron beneficiarse de una pena mucho más reducida, de acuerdo a las estimaciones del juez y del procurador que llevaron su caso.
La abogada de las víctimas había pedido una indemnización de 13.300 dólares para cada una.
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