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Los antihéroes del rock

Margot Molina

Se han propuesto ir de antihéroes y lo han conseguido. Aunque, todo hay que decirlo, parten de buena materia prima. Cultivan una estética que es al rock lo que Torrente -la creación para el cine de Santiago Segura- al cuerpo de Policía. Es un grupo de rock sin guaperas, orgullosos de sus michelines y que reconocen que, algunas veces, se pasan de bordes con las letras de sus canciones. Son Mojinos Escozíos o, como ellos mismos pregonan: "Semos los Mojinos Escozíos". El grupo, que nació hace menos de dos años, actuará esta noche en el Auditorio de Sevilla y, si se cumplen sus previsiones, lo hará ante más de 5.000 espectadores. La cifra no es apuntar muy alto, ya que Mojinos atiborró el Palenque en el concierto que ofreció en solitario el pasado octubre en la capital andaluza. El peculiar nombre del grupo -mojino, como se le llama vulgarmente al culo en algunas zonas de Andalucía- deriva de las pocas ambiciones que tenían los cinco músicos que lo componen. "Elegimos ese nombre porque nos hacía gracia. Sinceramente, nunca pensamos que llegaríamos a salir de Barcelona y allí nadie sabe lo que es el mojino", explica Miguel Ángel Rodríguez, el cantante de la banda que nació en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) hace 28 años y está muy orgulloso de su figura. "Ésos que tienen los abdominales tan marcaos no se han tomado la cerveza que me he tomado yo", asegura la voz de Mojinos que acaba de publicar su segundo compacto bajo el título de Demasiao perro pa trabajá. Demasiao carvo pal rocanró. La peculiar formación, una especie de banda con las pintas de Barón Rojo en su mejor momento pero con un toque muy de la tierra, está formada por tres miembros de la misma familia, los Barja. Vidal Barja El Largo y su hermano Juan Carlos Zippy nacieron en Villanueva del Río y Minas (Sevilla) y se ocupan de la batería y el bajo, respectivamente. El hijo de El Largo, Vidalito (guitarra) es el benjamín del grupo con 22 años y ya le tocó nacer en Barcelona. La formación se completa con otro guitarrista y también hijo de emigrantes andaluces: Juan Ramón Artero El Chicho. Aunque los músicos son andaluces, el grupo es catalán, de Mollet del Vallés (Barcelona) y la reunión de sus miembros "pura casualidad". "Aquí no se ha hecho nada a conciencia, ni siquiera las letras. Hablamos de los mismos temas en el escenario que en el bar. Juegas con la ironía y el doble sentido y algunas veces te pasas de borde", reconoce el cantante. Acostumbrados a escandalizar con letras como "Déjame que te acarisie el chow chow" o "Te voy a comé tor buyuyu", los Mojinos no se cansan de decir que su directo es genuino, como el que hacían los rockeros de los setenta a los que ellos tienen como modelo. "Lo primero para el grupo es respetar la música. Los cinco tíos que estamos encima del escenario somos los mismos que hemos grabado el disco y hacemos música sin trampas", asegura Miguel Ángel Rodríguez. Cuando les preguntan cómo han asumido la rapidez con la que han alcanzado el éxito, los músicos no tienen pelos en la lengua: "Yo que sé, la gente, que está amamoná", suelta Zippy. "Nos reímos de todo y, especialmente, de nosotros. Vacilamos de guaperas y no lo somos, nos comportamos como figuras y somos gordos o calvos. Lo que importa es la música y la gente sabe que no hay maldad", advierte Rodríguez.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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