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Una reunión entre enviados de Almunia y Aznar desbloquea una futura cita entre ambos

El Gobierno y el PSOE allanan el camino para que el presidente José María Aznar y el secretario general socialista Joaquín Almunia celebren un próximo encuentro, cuyos objetivos son pactar la cobertura de vacantes en el Tribunal Constitucional, desencallar los desacuerdos en materia de Justicia y dialogar sobre terrorismo, la situación de RTVE y Europa. Aznar y Almunia no se reúnen desde el 17 de febrero. La cita, tras el desbloqueo producido ayer, puede celebrarse el próximo jueves, 25 de junio, o justo al regreso de Aznar de su gira por Oriente Medio.

El primer paso para desbloquear el encuentro entre el presidente del Gobierno y el secretario general socialista se dio ayer con la reunión de dos enviados de ambos líderes: el jefe del Gabinete de la Presidencia, Carlos Aragonés, y el jefe de Gabinete del secretario general del PSOE, José Enrique Serrano. El enviado de Aznar se comprometió a entregar al del PSOE en las próximas horas el documento sobre la reforma de la Justicia que el Ejecutivo ha elaborado en respuesta al que entregó Almunia a Aznar en su último encuentro. En el PSOE se ha hecho casi una cuestión de principios la condición de que el Gobierno responda a ese escrito, que obra en poder del Gobierno desde hace más de tres meses pero del que no ha habido siquiera "acuse de recibo".La respuesta a este documento y un avance que permita desbloquear el desacuerdo sobre la cobertura de las cuatro vacantes en el Tribunal Constitucional, cuyo plazo caducó en febrero, son las dos condiciones previas impuestas por Almunia a Aznar para verse a solas. El presidente había anunciado la cita a mediados de mayo e incluso se había fijado la fecha del 18 de junio para el encuentro, que sería el primero de una tanda de reuniones con otros líderes políticos.

Más allá del contenido de la respuesta al documento sobre la justicia, el texto que ayer comprometió el Gobierno fue un gesto para facilitar el encuentro entre Aznar y Almunia, "sobre el que el presidente del Gobierno tiene un gran interés", según fuentes de La Moncloa. La reforma de la Justicia que propone el PSOE recoge, entre otras cosas, cambios legislativos para acabar con los juicios paralelos.

Respecto al otro asunto, el estancamiento en el acuerdo sobre las cuatro vacantes a cubrir en el Tribunal Constitucional, en la cita de ayer entre Serrano y Aragonés se llegó a la conclusión de que deben ser Aznar y Almunia en su próximo encuentro quienes cierren el acuerdo. Interlocutores del PSOE habían asegurado antes de la reunión de los enviados de ambos partidos que Almunia sólo vería a Aznar si tiene la certeza de que del encuentro va a salir el acuerdo para la provisión de estas vacantes. Precisamente, el pasado fin de semana el presidente del alto tribunal, Álvaro Rodríguez Bereijo, solicitó al Gobierno y al PSOE que en el menor plazo posible cierren un acuerdo e impidan un daño irreparable a la institución.

La reunión de ayer entre Aragonés y Serrano también fijó otros temas que se abordarán en la cita Aznar-Almunia: el terrorismo, el contenido de la Agenda 2000 y la situación de RTVE.

Los enviados de Aznar y Almunia barajaron dos fechas posibles para el encuentro: el próximo jueves 25 de junio o justo al regreso del presidente del Gobierno de su viaje a Oriente Medio, que comienza el próximo viernes tras el Consejo de Ministros y finaliza el miércoles de la semana que viene. En este segundo caso, al disponer de más tiempo, los representantes de Aznar y Almunia celebrarían algún encuentro adicional para avanzar en la negociación de la cobertura de vacantes en el Constitucional y "trillar más" el encuentro entre los dos líderes políticos.

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En las fechas previas al encuentro de ayer, los portavoces del Gobierno responsabilizaron al PSOE de la postergación de esta reunión e insistieron en el interés de Aznar en que se celebrara. Ayer, también antes de la cita, el propio Almunia manifestó su más profundo malestar con el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Rodríguez, al atribuirle unas declaraciones en las que aseguraba que no hay conversaciones porque en el PSOE no hay interlocutor. "Pido al señor Rodríguez que no intoxique en esos encuentros informativos que tiene los lunes, porque sabe nuestros teléfonos y sabe que el interlocutor es el secretario general del PSOE", explicó Almunia entre airado y perplejo. El político socialista aseguró que siempre ha respondido a las llamadas que se han producido desde La Moncloa.

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