Una muestra recuerda al galerista Mateu como foco del arte más innovador

La galería de Josep Mateu en Valencia se convirtió en la posguerra en un foco de difusión del arte más innovador. La exposición Desde la sala Mateu, que ayer se inauguró, rinde homenaje a Mateu y revisa el arte valenciano de los últimos 50 años.

Organizada por el Consell Valencià de Cultura (CVC) y por el Consorci de Museus, la muestra exhibe las obras de 48 artistas en las Reales Atarazanas de Valencia. Pedro de Valencia, Genaro Lahuerta, Monjalés, Alfaro, Sempere, Yturralde, Teixidor, Heras o Ángeles Marco son algunos de los artistas que pasaron por la galería de Josep Mateu (1892-1977), artista de cerámica y secretario de la Junta de Defensa del Tesoro Artístico de Valencia durante la guerra civil. Cada uno de los artistas está representado con dos obras. La primera corresponde a la que colgó sobre las paredes de la galería ubicada en la calle del Pintor Sorolla de Valencia o bien pertenecen a la etapa en que se expusieron en la citada sala, abierta en 1941 y clausurada en 1971. La segunda obra elegida es más actual y tiene como propósito ilustrar la evolución artística de sus autores. Todo ello redunda en la idea de mostrar una panorámica de los trabajos realizados en los últimos 50 años. Localizar las obras de la Sala Mateu, dispersas en distintas colecciones privadas y museísticas con el agravamente de que algunos de los artistas ya han fallecido, ha sido el problema principal de esta ambiciosa exposición en cuya preparación el comisario de la muestra, Juan Ángel Blasco Carrascosa, ha empleado dos años, según manifestó ayer él mismo. De entre los 300 artistas que pasaron por la citada galería, Blasco Carrascosa ha seleccionado aquellos que con el paso del tiempo han cosechado "un renombre internacional". La iniciativa de la muestra partió de la Comisión de las Artes del Consell de Cultura con la finalidad de reconstruir hitos significativos de la cultura artística valenciana. El Consorci de Museus aceptó la propuesta y el Ayuntamiento de Valencia cedió las Atarazanas, como ayer se encargó de señalar la edil María Irene Beneyto. La exposición también tiene un claro carácter de homenaje a Josep Mateu como pone de manifiesto la sala en la que se ha reunido material documental sobre el ceramista y algunas de las obras que se exhibieron en la galería. En este apartado se puede contemplar la reproducción fotográfica ampliada de dos obras de Sempere. Es lo único que queda de la exposición que inauguró el artista alicantino en la Sala Mateu en 1949 tras retornar de su estancia en París. El artista quemó todos los originales debido a la virulenta reacción de la mayor parte de la crítica, escasamente sensibilizada con el arte abstracto. De hecho, aquella exposición está considerada como la primera muestra abstracta de España, según señaló Blasco Carrascosa. En 1957, Josep Mateu perdió casi toda su notable colección artística a causa de la riada, lo que supuso un punto de inflexión en la línea expositiva de la Sala Mateu. A partir de entonces y de la exposición-homenaje que le dedicaron diversos artistas, la galería inició una tendencia "más geometrizante", explicó el comisario. Antes, la sala fue el escenario del nacimiento del Grupo Parpalló. Muy próximo al noucentisme catalán, Josep Mateu contribuyó a la protección de patromonio artístico en la guerra civil junto a Josep Renau y al escultor Vicente Beltrán. Una circunstancia que destacó ayer la directora general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar.