"La salud y la educación están en manos de las mujeres"

El crecimiento demográfico controlado, el respeto al medio ambiente y el desarrollo económico sostenido del Tercer Mundo, son los tres pilares en los que se apoya Alphonse L. MacDonald, director de la Oficina para Europa del Fondo de Población de la ONU, para ejercer su actividad. En su visita a Sevilla habló de "salud reproductiva y de compromisos internacionales"; también se reunió con varios consejeros de la Junta, a los que le planteó programas comunes de cooperación. Natural de Surinam, pionero en realizar estudios demográficos en África, no duda en afirmar que "el secreto de la cooperación -él nunca habla de ayuda- está en escuchar a las personas afectadas y después, junto con ellas, traducir sus necesidades en programas". Pregunta. Cuando habla de salud reproductiva, ¿a qué se refiere? Respuesta. Sencillamente, al conjunto de acciones que hay que emprender para conseguir que la gente tenga una vida sexual adecuada, segura, y, en sus aspectos reproductivos, puedan desarrollarse y realizarse libremente; que tengan la opción a elegir. P. Pero las acciones de la ONU suelen chocar con los sistemas políticos de los países a los que van dirigidas, ¿qué hacen entonces? R. Dialogar. Y respetar sus reglas. Jamás tratamos de imponerles nada. Nos limitamos a explicarles que existen otras posibilidades para desarrollarse. P. De todos modos, insisto, el choque con los países del Tercer Mundo es constante... R. En realidad no es un choque; es que no se imaginan cuales serán las consecuencias, en un futuro próximo, si no cambian de actitud. Realmente sólo tenemos un problema: qué entienden ellos, y qué entendemos nosotros por Derechos Humanos. P. ¿Usted también es de los que creen que atacando el crecimiento demográfico se solucionarán los problemas de la humanidad? R. Bueno, el crecimiento de la población, probablemente, se solucione en las próximas décadas; las mujeres del Tercer Mundo ya no están dispuestas a tener hijos sin control. P. Por eso parece paradójico que todavía sean los hombres los que se ocupen de la salud reproductiva... R. Mi jefa es una mujer, y en nuestra oficina, más del 50% son mujeres. La gente tampoco sabe que en muchos países del Tercer Mundo la salud y la educación está en manos de mujeres; lo que ocurre es que el ministro de Finanzas es un hombre. P. Andalucía recibe un importante flujo de emigrantes. ¿No podría beneficiarse de estos programas de ayuda? R. Económicamente, no. Ustedes tienen más recursos que los paises a los que ayudamos. Pero sí pueden participar de nuestras experiencias. Para hablar de esto me he reunido con los consejeros de Salud y de la Presidencia.