Los sondeos dan a Maragall una ventaja de 7,5 puntos sobre Pujol
La pólvora preelectoral tronó ayer en forma de encuestas y en ellas el ex alcalde de Barcelona, el socialista Pasqual Maragall, aventaja al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, nada menos que en 7,5 puntos para el caso hipotético de que las elecciones autonómicas catalanas contaran con el primero como candidato del PSC. Y eso a pesar -o quizás por ello- de que Maragall vive en Roma desde que el pasado septiembre abandonó la alcaldía de Barcelona y ha evitado con constancia intervenir en la política catalana.
El diario La Vanguardia publicaba ayer un chiste que contradecía el titular de portada. En ésta se anunciaba una entrevista con Jordi Pujol en la que el líder convergente minimizaba la preocupación que pudiera producirle el anuncio, aún no oficial, de que Pasqual Maragall será su contrincante en las próximas elecciones. En la caricatura, Pujol, en la cama, vive una pesadilla: Maragall saluda desde el balcón del palacio de la Generalitat y dice: "Ja soc aquí [Ya estoy aquí]", emulando a Josep Tarradellas, por quien Pujol ha sentido siempre escasa simpatía.El dibujante ignoraba que su ocurrencia llegaría al quiosco al mismo tiempo que la encuesta que publicaba El Periódico de Catalunya. En ella, Maragall hace realidad la pesadilla de Pujol y arrasa con 7,5 puntos de ventaja: 44,3% de la intención de voto frente al 36,8% del actual inquilino del palacio de la Generalitat. Y no acaban ahí las malas noticias para Pujol. Como partido, el PSC también aventaja con claridad a la coalición CiU: 37,7% para los socialistas, frente al 28,5% de los nacionalistas en la hipótesis de elecciones generales. Y para que nada falte, las preguntas de la encuesta sobre intención de voto en la ciudad de Barcelona también son adversas a CiU. El socialista Joan Clos, que sustituyó a Maragall, se impone con claridad al enésimo candidato convergente, en esta ocasión el portavoz de CiU en el congreso, Joaquim Molins. Clos bate a Molins en todos los terrenos: dentro de Barcelona ciudad, en la provincia y en toda Cataluña. El candidato convergente ironizó ayer sobre los datos de la encuesta.
Ironías aparte, lo cierto es que sin haber sido convocada elección alguna la temperatura electoral sube cada día más. Y eso ocurre pese a que Pujol insiste en hacer constante luz de gas. Se ha pasado los últimos meses insinuando, sin decirlo nunca claro, que podría adelantar las elecciones autonómicas a la próxima primavera. El argumento era evitar que quedaran encajonadas entre las municipales (junio de 1999) y las generales. Ayer, en una entrevista que publicaba La Vanguardia, afirmaba su escasa voluntad de adelantar la consulta sin que lo hiciera tampoco con contundencia suficiente como para entender que se agotaría la legislatura.
"Necesitamos un salto adelante y Maragall es un paso atrás", afirma Pujol en La Vanguardia. Y añade: "Mientras se equipare a Cataluña con La Rioja, hará falta un partido nacionalista". Por lo demás, Pujol machaca el mismo mensaje que repite desde hace un tiempo: CiU trabaja para la Cataluña del futuro, por eso no se ve lo que hace en el presente. La oposición afirma que es porque no hace nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.